Espera, disfruta y premia tu esfuerzo para superar los desafíos y retos en tu proyecto de vida.
Cuando tengas un desafío importante en tu proyecto de vida, recuerda que puedes convertirte en un espectador entusiasta de ti mismo. Haz la prueba y descubre que es más fácil de lo que te imaginas.
¿Cuál fue el último gran desafío que enfrentaste con éxito?, ¿Qué hiciste para superar el momento?, ¿Cuáles son los tres desafíos que hoy tienes que afrontar?
El viernes pasado fui a ver un famoso espectáculo en el hielo con mi esposa y una amiga; bella representación de más de una decena de películas de fantasía.
En uno de los actos, la protagonista en solitario tenía que girar muy rápidamente, permaneciendo en un solo punto, y agacharse a la vez para mostrar su preocupación y desdicha. Sin saberlo cómo, ¡Su dorada peluca salió volando! Inmediatamente, la patinadora regresó tras bastidores y la música se interrumpió.
El público se quedó un momento en silencio y, en seguida, como si todo el mundo se hubiera puesto de acuerdo, aplaudió fuertemente.
¿Qué pasó?
Lo que yo vi fue una maravillosa lección para la vida: ante un accidente inesperado (se le cae la peluca en el momento más dramático, cuando todo el mundo estaba observando a la artista) el público asumió en serio su papel de espectador entusiasta.
Para la patinadora, hacer el papel protagónico era una maravillosa oportunidad que se había ganado con base en su dedicación y esfuerzo.
Cuando mejor lo estaba haciendo, una pequeña omisión causó el desprendimiento de la peluca y la vergüenza de la artista.
Durante la interrupción de 3 o 5 minutos, la protagonista tuvo que recibir ayuda para volver a fijar su peluca, recuperarse de su accidente y volver a la escena sin temor. De hecho, su oportunidad se había transformado en un desafío que tenía que enfrentar con valentía.
¿Qué pasó después?
Ella salió a la pista, el público aplaudió su aparición, y patinando con elegancia se ubicó en el punto donde la escena había comenzado; sonó la música y patinó como si nada hubiera sucedido.
Cuando mejor lo estaba haciendo, se cayó por un instante, se levantó, mientras el público la animaba con sus aplausos, y culminó su escena, con la más cerrada ovación de la noche.
Ella, entre treinta artistas que también hicieron su mejor papel, recibió los más nutridos aplausos por parte de un público que me brindó una hermosa lección.
¿Cuál es la lección para ti?
La vida sí es un escenario de oportunidades, pero también es un espacio lleno de retos y desafíos.
A diario tenemos pequeñas batallas que debemos enfrentar con fuerza, agilidad o destreza; a diario tenemos que afrontar el enojo o la enemistad de alguien, contrariándolo en sus deseos o acciones; a diario tenemos que sortear las dificultades con decisión. Son los desafíos de la vida.
Cuando hay errores, accidentes, retos y dificultades, frente a los cuales debamos sobreponernos, generalmente recibimos consejos acerca de que debemos levantarnos, sonreír, reparar y superar el momento.
Pero, no todas las personas tienen la serenidad para recuperarse y sobreponerse rápidamente en sus desafíos.
¿Cómo puedes resolver más fácilmente tus desafíos?
Haz como si los desafíos no fueran tuyos; conviértete en espectador de tus desafíos, retos, errores y accidentes:
1. Toma distancia:
Actúa como si tu fueras simplemente un observador; tú no eres tus retos, errores o accidentes; son simplemente eventos que suceden cuando estás haciendo tu mejor trabajo. Mientras más rápido hagas la distinción entre los hechos y tu intención, más rápido te puedes sobreponer y triunfar en la escena de tu vida.
2. Espera:
Aplicar las medidas para enfrentar el desafío, sin accidentes o errores repetidos, toma algún tiempo, de manera que “dale tiempo al tiempo”, acepta la pausa en el proceso y espera con paciencia el momento oportuno para continuar.
3. Aplaude:
Cuando estés listo para continuar, aplaude tu intención, aplaude tu valor, aplaude tu proceso. Es necesario que te animes a ti mismo, motívate, llénate de energía y optimismo, tanto como si estuvieras animando a la artista que pierde su peluca, se cae y terminan brillando con su actuación.
4. Disfruta:
El espectáculo debe seguir y, por lo tanto, disfruta la repetición como si fuera un plus por el mismo dinero que pagaste, piensa que todo va a salir bien y acompaña al artista que eres tú. Vuelve a meterte en el cuento, olvida lo que pasó y vive tu proyecto.
5. Date un premio:
Cuando hayas superado el desafío, culminado el reto, corregido el error o recuperado del accidente, es necesario que te premies con un fuerte aplauso como si hubieras hecho el mejor papel de tu vida porque, de hecho, ¡Sí lo hiciste! Cada vez que vences un desafío o un reto, has dado lo mejor de ti en ese momento y eso te convierte en un triunfador. Tienes derecho a premiarte: cómprate un helado, tómate un café, regálate un libro, abrázate y date un beso.
Conviértete en un buen espectador en tus desafíos
Siendo espectador de tus desafíos, estoy seguro que podrás acompañarte en los momentos difíciles y serás tu mejor aliado para salir adelante con tus proyectos personales.
La próxima vez que tengas un desafío importante en tu vida, recuerda que puedes convertirte en un espectador entusiasta de ti mismo. Haz la prueba y descubre que es más fácil de lo que te imaginas.
No caigas en la trampa, de ser tu peor enemigo en los momentos de desafío; no te maltrates, no te exijas, no te castigues. Simplemente, anímate.
Para animar a otros, escribe tu respuesta a
¿Cuál fue una ocasión que tú fuiste un buen espectador de tus desafíos?
Te invito a compartir esta publicación con otras personas, a señalar tu reacción o escribir tus comentarios con libertad.
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