Adivina adivinador, Once pautas para viajar

Experiencias de un viajero. 

Te propongo una adivinanza: descubre la palabra que resume esta guía para viajar por lugares desconocidos, con poco dinero, sólo o por largo tiempo. 

¡Una sola palabra! Al final hay pistas para que no te la pierdas. 

¿Cuál es el viaje más audaz y reconfortante que has hecho?, ¿Cómo te gusta viajar?, ¿Qué has aprendido al viajar? 

Si quieres ser un explorador o un mochilero inteligente, procura viajar así: 

• Lleva poco peso y sólo lo estrictamente necesario 
• Enfrenta con valentía las temperaturas o condiciones extremas 
• Come o bebe con moderación y sin excesos 
• Si pruebas nuevas comidas o licores, tolera lo agrio, astringente y áspero al gusto 
• Respeta cada lugar que visites 
• Cumple la ley y las normas en cada sitio 
• Guíate por las buenas costumbres que aprendiste 
• Aprende de las tradiciones del lugar: “A donde fueres, haz lo que vieres” 
• No creas en todo lo que ves, escuchas o sientes; tus sentidos pueden engañarte 
• Actúa y expresa tus sentimientos en la justa medida 
• Controla los impulsos y frena tu voluntad cuando creas que algo no te conviene 

Bueno, estas recomendaciones, de pronto, no las encuentres interesantes para un viaje a un sitio turístico que ya conoces, una salida con tus amigos o una escapada de fin de semana. No aplican necesariamente a tales circunstancias. 

Como si fueras un explorador o un mochilero inteligente, tales recomendaciones las puedes aplicar para realizar ese gran viaje que significa vivir. 

Reconozco que esta guía es insuficiente porque está basada sólo en una palabra, una cualidad y seguramente necesitas muchas cualidades para viajar y para vivir. 

¿Ya descubriste cuál es la palabra oculta en esta guía?, ¿Cuál es esa cualidad que hoy quise destacar en el arte de vivir? 

Te doy unas pistas finales; esa cualidad para vivir tu proyecto de vida, donde quiera que te encuentres, se parece a: 

Lo que hacen los autores de su propia vida o quienes encuentran en el vivir un verdadero tesauro. 

Al experimentar esa cualidad, tal vez descubras que te desaturdía y la tranquilidad, la paz y la serenidad eran redituadas... ¿Rebuscado? Sí, pero son pistas...

Escribe en los comentarios la palabra oculta si ya la adivinaste... ¡Vamos a ver cuántos más lo hacen! 

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Esta publicación está basada en las definiciones del Diccionario de la Lengua Española

Llena de gracia tu vida

El arte de dar, recibir y devolver. 

Un saludo, una sonrisa, una mano amiga, un favor, un regalo, una palabra de apoyo, una silla, un vaso de agua, una visita, son cosas que se agradecen. 

¿Qué tienes para agradecer?, ¿Cómo cultivas la gratitud?, ¿Cuándo te muestras agradecido? 

Gratitud es dar las “gracias” a quien nos ha dado algo que nos alegra; también es apreciar la bondad de las actividades o cosas que disfrutamos cada día. Y también es mucho más.

La salida del sol, el aire que respiramos, el paisaje, los alimentos, un trabajo, la amistad, la compañía de la pareja, el ejercicio o el descanso, la salud, siempre se agradecen. 

Una manera de valorar el significado de la gratitud en nuestra vida es reconocer el significado de “Las Tres Gracias”, un tema familiar desde la mitología griega, hasta Botticelli o Rubens, entre otros. 

Me gusta pensar en “Las tres Gracias” como la representación de la alegría del arte de dar, recibir y devolver. Siempre aparecen las tres gracias juntas, porque la verdadera alegría en nuestra vida nace de nuestra capacidad para dar de lo que tenemos y, aún, de lo que nos falta, recibir lo que nos dan y compartir todo aquello. 

Imagina la alegoría de “Las Tres Gracias” como un juego de pelota, donde la diversión y la alegría nacen de mantener circulando la pelota: a veces la damos, otras la recibimos y siempre la devolvemos. El juego se prolonga, y también la alegría, mientras la bola esté en movimiento y no la dejemos caer. 

O tal vez quieras pensar en “Las Tres Gracias” como el encuentro del Gozo, el Amor Compasivo y la Belleza. Nuestros días son más gratos, más alegres y más hermosos cuando reconocemos belleza en quienes nos rodean y la descubrimos en lo que nos sucede; ese toque de belleza estimula el gozo de vivir y el amor altruista en nuestras vidas. 

“Las Tres Gracias” transmiten alegría con sencillez y manifiestan sus dones con naturalidad, su verdadera juventud, sin presumir de ello. 

Y tú, ¿Agradeces con frecuencia?, ¿Agradeces de manera espontánea? 

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Si quieres meditar acerca de la Gratitud, puedes iniciar con la lectura de esta interesante publicación

La donación es un estilo de vida

Donar para disfrutar la vida y vivir con sentido. 

¿Donarías tu semen o tus óvulos? o ¿Donarías un órgano? Tal vez hayas donado ropa, dinero, sangre o tiempo, pero hay muchos otros dones en tu vida que puedes donar. 

¿Cuáles son los dones que has recibido?, ¿Cuáles son los que más valoras?, ¿Qué tienes para dar y compartir? 

Un don es un regalo que has recibido al nacer o a lo largo de tu vida: cualquier característica que tiene valor para ti y para los demás: 

• Tu cuerpo: son los tejidos, órganos y sistemas que componen el soporte físico de tu vida. 
• Tus recursos: alimento, ropa, vivienda, dinero, dispositivos, competencias, talentos que te sirven para vivir y lograr tus objetivos. 
• La infraestructura: escuelas, hospitales, servicios públicos, vías de comunicación, parques, entidades de servicios, de la sociedad. 
• La cultura: son las costumbres, creencias, valores, saberes y técnicas de tu familia o comunidad. 
• Tus talentos: habilidades, conocimientos, competencias y toda clase de actividades en las que te desempeñas con facilidad. 

En medio de tantos dones que tienes, el más importante de todos es tu propia vida porque la recibiste gratuitamente y puede ser una fuente de valor inmenso para ti y para los demás. 

Cuando tomas conciencia de tantos dones que hay en tu vida, puede ser más fácil que encuentres tu vocación y que tengas un propósito que le dé sentido a tu vida o a la de otro. 

Los dones, materiales o intangibles, que la vida te ha brindado no los puedes retener ni desaprovechar; son para que los asumas, los preserves, los uses, los desarrolles y los compartas. 

La alegría de vivir depende de nuestra capacidad para dar y compartir nuestros dones con otros, poniéndolos al servicio del bien común. 

En este sentido, la consigna básica para disfrutar la vida es “Dona tus dones”. 

Puedes donar: órganos (riñón, hígado, corazón, páncreas, pulmón e intestino), tejidos (sangre, óvulos, semen, médula ósea, huesos, tejido de los ojos -córneas y esclerótica-, válvulas cardíacas, segmentos vasculares, ligamentos), ropa, libros, comida, elementos de aseo, medicamentos, tiempo, sonrisas, amor, talento, servicio y las obras que produces. 

Donar algo físico o algo inmaterial, de lo que hay a tu alrededor o de la riqueza de tu corazón; puedes donar ahora y al morir. 

Tu donación puede tener un significado muy amplio: desde brindar momentos transitorios de bienestar para alguien hasta hacer posible la vida de alguien. Sea lo que sea, toda donación es valiosa. 

Siempre alguien lo agradecerá infinitamente, aún cuando seas un donante anónimo o no sepas quién es el receptor de tu donación. 

¿Qué tal, si haces de la donación un estilo de vida?

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La incertidumbre es tu amiga… ¡No tu enemiga!

Cinco cartas para tomar decisiones en momentos inciertos 

El pavo tenía la absoluta certeza de que los humanos lo amaban, porque todos los días le daban comida y lo cuidaban, hasta que llegó el Día de Acción de Gracias (1). 

¿Cómo han cambiado tus circunstancias?, ¿Qué certezas se han desmoronado?, ¿Cómo puedes beneficiarte de la incertidumbre? 

Nosotros también construimos muchas certezas en nuestra vida con base en la repetición de datos, sin tener en cuenta los hechos fortuitos o improbables que se pueden presentar. 

Estamos más inclinados a preferir las certezas, así sean imaginarias o falsas, que a lidiar con la incertidumbre; ésta nos causa inseguridad, desconfianza y estrés. 

Sin embargo, hoy más que nunca, tenemos que aceptar que vivimos una época de vertiginosos cambios en la que suceden hechos altamente improbables, con repercusiones potencialmente nocivas enormes. No es el momento para esconder nuestra cabeza, como el avestruz, en las arenas de la deleznable certeza. 

En algunas condiciones es válido tomar decisiones utilizando el proceso de análisis y solución de problemas tradicional (identifica el problema, considera alternativas de solución, elige la mejor alternativa), pero muchas de las decisiones han de tomarse con mucha incertidumbre. 

Esto significa que necesitas desarrollar tu capacidad para tomar decisiones en medio de la incertidumbre y para tolerar la ambigüedad. 

Como modernos aventureros, tienes que ser capaz de explorar los territorios desconocidos, descubrir nuevas oportunidades y aprender en entornos cambiantes e inciertos. 

¿Cómo puedes tomar decisiones en condiciones de alta incertidumbre? 

Toma el control de tus emociones: el miedo, la duda, la angustia, el estrés, la ansiedad, son sólo emociones que pueden ayudarte a percibir con mayor agudeza, algunos riesgos; no son emociones para que te paralices sino para que te pongas en movimiento y hagas lo que debas hacer. 

Cuestiona o duda de tus conocimientos: los principios, las normas, los conceptos y las conclusiones que has aprendido a lo largo de la vida, puede ser que no sean suficientes para comprender una situación determinada o para anticipar algunos hechos del porvenir. Revisa cuáles conocimientos se mantienen vigente para comprender el contexto y mantén una actitud de aprendizaje continuo. 

Usa estrategias o técnicas de análisis adecuadas: combina métodos que te permitan ver el árbol pero también el bosque, comprender las interacciones entre los componentes del sistema y priorizar los hechos. 

Imagina lo imposible o improbable: no te quedes en el terreno conocido; identifica algunos eventos "imposibles" o "muy poco probables" que pudieran ocurrir. Corre la frontera de tu análisis aunque no tengas datos.

Elige vivir un proceso creativo: las decisiones en condiciones de incertidumbre no encajan bien en el modelo de estímulo-respuesta; no son una reacción tuya a las circunstancias del exterior. El proceso consiste en descubrir nuevas oportunidades y en generar hechos inéditos gracias, precisamente, a la incertidumbre.

 

La vida no es un juego de azar, pero tú si puedes tranquilizarte, disfrutar y sacar provecho de la incertidumbre. 

Hoy, más que nunca, es necesario que desarrolles tus competencias para aceptar la incertidumbre y tomar decisiones correctas en este contexto. No te quedes en la duda abismal y crónica; acepta la indeterminación de muchos hechos, el cambio constante y el aprendizaje continuo. 

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 (1) La narración del pavo y algunas ideas de este post han sido tomadas de las reflexiones de Nassim Nicholas Taleb

El tiempo no es lo que tu cerebro te dice

Tres ilusiones del tiempo 

¿Cuánto tiempo te queda en realidad? Imagina que te despiertas en un día de descanso y no tienes nada por hacer; por cualquier razón, recuerdas “para morir lo único que necesitamos es estar vivos”. 

¿Cómo manejas el tiempo?, ¿Cómo aprovechas tu tiempo libre? ¿Cómo usarías el tiempo restante, si tuvieras una enfermedad terminal? 

El tiempo, francamente, es una ilusión: sabemos que no lo tenemos asegurado pero pareciera que “tenemos todo el tiempo del mundo”. 

El origen de esta ilusión llamada “tiempo” está en tu cerebro: te hace creer que hay un tiempo continuo, constante e infinito. 

La ilusión de un tiempo continuo, sin interrupciones 

Tu cerebro funciona como funciona el cinematógrafo: las imágenes de la realidad son registradas por tus ojos, como si fueran fotografías -no más de 45 fotos por segundo en el adulto promedio-; tu cerebro te hace creer que estás viendo una sola imagen en movimiento. 

La sensación de continuidad en el movimiento es posible gracias a diferentes fenómenos: cada una de las 45 imágenes por segundo, se mantiene por un instante en la retina de tu ojo antes de borrarse completamente; tu cerebro recibe la sucesión de imágenes y se encarga de “llenar los vacíos” entre las diferentes imágenes para que te parezca que hay continuidad en el movimiento o en lo que ves. 

Tu cerebro también te hace creer que hay continuidad entre el pasado, presente y futuro... Como si existiera la línea del tiempo.

La ilusión de un tiempo constante 

Tu tiempo parece transcurrir ahora más rápido que cuando eras niño. Esto se relaciona con varios factores: el tiempo infantil parece transcurrir más lentamente que el adulto; la vida contemporánea parece ir más rápido que el pasado; la cantidad de información y los cambios tecnológicos, crecen a nivel exponencial cada año. 

Sin embargo, en condiciones normales, tu cerebro te hace creer que un día siempre es igual a todos los días y que para todas las personas, un día siempre es el mismo lapso de tiempo. 

No obstante, en tu experiencia práctica tú sabes que todos los días no son iguales.

La ilusión de tener tiempo infinito 

Te despiertas como si el tiempo fuera simplemente la hora que marca el reloj. 

Al despertarte, lo único que sabes es que el tiempo de dormir se te acabó; actúas como si tuvieras un tiempo infinito para hacer lo que sueñas alcanzar y aplazas actividades como si estuvieras seguro de que las podrás hacer después. 

En resumen, vives sin la conciencia de la duración del tiempo.

Salvo cuando te encuentras con otras personas que no has visto por largo tiempo. Ahí eres consciente del paso del tiempo.

En conclusión: el tiempo no es continuo, constante ni infinito, aunque parezca. 

Tú eres dueño de tu tiempo 

Puedes ver tu vida como si fuera continua, constante e infinita en posibilidades. 

También, puedes ir más allá de las tres ilusiones del tiempo, porque son “inventos” de tu cerebro: 

• Puedes liberarte del pasado porque el pasado sólo son recuerdos y tu presente no es la continuidad de ese pasado que quieres dejar atrás, superar y, tal vez, olvidar. 
• Puedes vivir el tiempo a tu manera y a tu propio ritmo: unos días más acelerados y otros días con mayor calma. 
• Puedes hacer las cosas en el menor tiempo posible y aprovecharlo lo mejor que puedas, como si el tiempo fuera un recurso no renovable y perecedero. 

Tener un proyecto de vida es imaginar tiempo para ti y para tus sueños. 

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Un camino para tener una experiencia memorable

Guía para aprender de la vida y del trabajo.

Una de las mayores dificultades que afronta un recién graduado para vincularse al mundo laboral, es su falta de experiencia. 

¿Cuáles son tus áreas de experiencia?, ¿Cuáles son las habilidades que has perfeccionado?, ¿Qué nuevos conocimientos has producido?

En el mundo laboral y en la vida, no basta con disponer de los conocimientos que otros hayan producido sino que debes demostrar tu capacidad para extraer conocimiento de la vida, es decir, de las situaciones, personas o cosas con las que interactúas en la vida.

La palabra “Experiencia” viene del vocablo en latín Experientia que, a su vez, viene de Experiri. Éste último implica arriesgar, intentar o probar algo a partir de situaciones o cosas. Es decir, Experiencia tiene que ver con el conocimiento que se adquiere (“Ex”) al intentar o ensayar algo, analizar los resultados -aciertos o errores- y realizar nuevas pruebas (“Peri”).

Por eso, el conocimiento generado con la experiencia es muy apreciado por las organizaciones y por la sociedad en general. De hecho, la palabra “Perito” tiene una etimología similar y alude a una persona con mucha autoridad en su campo porque tiene muchos conocimientos basados en la experiencia. 

En resumen, la Experiencia tiene tres componentes:

• Las situaciones, personas o cosas con las que te relacionas
• Las pruebas sucesivas de ensayo, con sus aciertos y errores
• Los conocimientos y habilidades que obtienes con tales pruebas

Para que tengas experiencias valiosas, no basta con diferentes situaciones ni que estés rodeado de personas o cosas; tampoco es suficiente que sigas un proceso de prueba y error. 

Es necesario que seas capaz de aprender de las situaciones, esto es, capaz de adquirir habilidades y conocimientos nuevos de tus vivencias, de lo que te ocurre y de lo que te rodea.

Una buena educación tiene un diseño basado en la experiencia pero tú eres el único responsable de perfeccionar tus habilidades y extraer nuevos conocimientos de todo lo que te sucede, sea favorable o adverso.

Ahora bien, si no tienes experiencia laboral, prepárate haciendo una lista de habilidades y conocimientos adquiridos de tus vivencias y las situaciones que has enfrentado.

En la próxima entrevista laboral, serás percibido como una candidato reflexivo y con enorme capacidad para aprender. Tal vez, eso sea más valioso que uno o dos años de antigüedad...

Finalmente, la próxima vez que las cosas no salgan como tú las esperabas, tendrás una gran oportunidad para acrecentar tu experiencia: aprender algo nuevo... Eso depende sólo de ti.

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Hazlo! ...que sea una nueva experiencia.