sábado, 29 de diciembre de 2018

El significado oculto de la exigencia

La vida nos hace exigencias que revelan nuestros derechos. 


Hemos visto que muchas personas participan en manifestaciones públicas y marchas para exigir el respeto a la vida o el reconocimiento de los derechos a la salud, a la educación, al trabajo, a la igualdad de oportunidades, etc. 


¿Qué te exige la vida?, ¿Cómo descubres lo que te exige la vida?, ¿Cómo haces respetar tus derechos? 

Así como sucede en la dimensión social, en nuestra vida personal también puede haber exigencias que debemos comprender y reconocer. 

Las exigencias que nos hace la vida están relacionadas con nuestros propios derechos y los de los demás. 


Cada uno de nosotros tiene derecho a la autodeterminación y, por lo tanto, la vida nos exige perseguir nuestras propias motivaciones, desarrollar nuestras competencias para lograr lo que queremos y establecer relaciones constructivas con otras personas. 

Esta exigencia básica de actuar con autodeterminación implica que seamos capaces de hacer respetar nuestros derechos de: 


Autonomía: vivir nuestro propio estilo de vida, convivir con quienes queremos y sobrevivir frente a los riesgos y peligros. 


Competencia: desarrollar nuestros conocimientos, habilidades, personalidad y potencial, para ser capaces de hacer y lograr lo que proponemos. 


Relación: establecer relaciones gratificantes y de pertenencia con quienes nos identificamos o queremos. 

En resumen, tenemos derecho a ser autónomos, a mejorar nuestras competencias y a elegir nuestras relaciones; ejercer tales derechos muchas veces no depende de lo que los demás nos permitan sino de nuestra actitud para escuchar lo que nuestra propia vida, o nuestra conciencia, nos exige. 

Nuestros derechos, no obstante, siempre están sujetos a una dimensión social porque vivimos dentro de un contexto determinado y una situación concreta. Por esto, la vida también nos exige respetar los derechos de los demás y construir un mundo mejor. 


Hacer lo que la vida nos exige, también implica salir de nosotros mismos, estar plenamente en el “aquí y ahora”, servir a los demás y cuidar nuestra sociedad. 


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sábado, 22 de diciembre de 2018

¿Cómo aprovechar los nuevos retos, oportunidades y posibilidades?

Aprende el fácil idioma que habla la vida. 


Todos vivimos algunos momentos difíciles, tristes, dolorosos o de gran incertidumbre, frente a los cuales no tenemos respuestas porque no sabemos qué sentido tienen en nuestra vida. 

¿Cuáles situaciones parecen no tener sentido en tu vida?, ¿Qué te cuesta trabajo aceptar?, ¿Cómo puedes aprovechar las circunstancias? 

Cuando estamos desorientados o cuando la vida se pone dura, nos conviene comprender lo que la vida parece estarnos diciendo o brindando. 


Nuestra comprensión de las circunstancias que se presentan en nuestra vida puede ser una herramienta poderosa para hacernos mejores y vivir más plenamente. 

¿Cómo podemos comprender el sentido de lo que nos dice o nos brinda la vida? 


Imaginemos que la vida nos habla en un idioma distinto al nuestro… No es ningún problema porque ese idioma de la vida sólo tiene cuatro palabras y… ¿Quién no puede aprenderse de memoria cuatro palabras? 


Muy fácil nos resulta mantener una conversación fluida con la vida, conociendo el significado de estas cuatro palabras. 

La vida nos habla a través de las: 

Situaciones: son los eventos que suceden a lo largo del tiempo, las características de los lugares que frecuentamos y el modo en que se presentan las circunstancias que vivimos. 

Personas: son las necesidades, expectativas y conductas de los demás; las personas que nos quieren, nos aconsejan, nos cuestionan o nos necesitan; los conocidos nos enseñan, nos recriminan o nos presionan; los extraños nos observan, nos explotan o nos desconocen. 


Personalidad: son los rasgos, más o menos permanentes, que nos caracterizan; son nuestros gustos, preferencias, deseos, sueños, aspiraciones, estilos y conciencia personal; también, son nuestros disgustos, frustraciones, culpas y dolores. 


Competencias: son nuestras habilidades, conocimientos y capacidades que nos permiten alcanzar resultados, adaptarnos a nuestras circunstancias o transformar nuestro entorno. 

Cuando dominamos estas cuatro palabras podemos hablar de tú a tú con nuestra vida y comprender que ella nos brinda de muchas maneras, a veces, en forma insólita o imprevista, tres bonos muy valiosos para nosotros: 

Retos: la vida no siempre es fácil, por más que nos adaptemos y nos acostumbremos a las circunstancias. La enfermedad, los conflictos, el sufrimiento, la pobreza, las limitaciones, lo que no sabemos, constituyen obstáculos que pueden ser superados, sólo si tomamos la decisión de hacerlo. 


Oportunidades: tendencias, momentos o personas favorables para nuestros sueños y objetivos, se nos pueden presentar sin llamada ni aviso previo; si tenemos una actitud abierta y nos mantenemos conscientemente en el “aquí y ahora”, descubriremos muchas oportunidades para progresar. 


Potencial: características que podemos desarrollar y competencias que podemos aprender, pueden estar “dormidas” pero si enfrentamos nuestros retos y aprovechamos las oportunidades, podemos "despertarlas" y hacernos mejores a lo largo de nuestra vida. 

Recordemos, entonces, que la vida nos habla a través de las situaciones que enfrentamos, las personas que nos rodean, nuestros rasgos de personalidad y nuestras competencias; y es esta misma vida la que nos brinda retos, oportunidades y nuestro propio potencial


Por lo tanto, si queremos comprender el sentido de lo que la vida nos dice y nos brinda, sólo necesitamos hablar su fácil idioma de cuatro palabras y recibir esos tres regalos que nos brinda. 

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sábado, 15 de diciembre de 2018

Qué tan valiosa es tu historia personal

Crea tu propia historia de vida. 



Muchas personas están haciendo algo por internet que es “Draw my life”, algo así como "dibujar mi historia personal, mi vida" para contarla a otros. 

¿Para qué vives realmente?, ¿Qué te hace amar tu vida de lo que estás haciendo?, ¿Cómo puedes crear una vida más valiosa y agradable? 

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Si dibujamos nuestra historia y la publicamos, seguramente no tendremos el mismo impacto de un youtuber o un personaje famoso, salvo que contáramos algo escandaloso o verdaderamente ejemplar. En este caso, por los azares del destino o gracias a los algoritmos de las redes sociales, nuestro relato podría hacerse viral; pero lo más probable es que a nadie le interese realmente nuestro “Draw my life”

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Eso de contar nuestra vida puede ser útil como estrategia de mercadeo en un negocio que queramos promover, siempre y cuando tengamos un testimonio que los demás podrían considerar valioso. 

Pero en el caso de la mayoría de nosotros, nuestra historia personal sólo interesa a nosotros mismos y, en algunos casos a nuestros padres, si podemos hacer que se sientan orgullosos, o a nuestros hijos pequeños, si los hacemos reír con nuestras tonterías y torpezas. 

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Así es la vida, nuestra historia personal no interesa a casi nadie y, sin embargo, puede ser tremendamente valiosa. Decimos que puede ser, porque todo depende de cómo “dibujemos” nuestra propia historia, no para filmarla ni para contarla a los demás, sino para sentir que nuestra vida vale la pena, que crecemos cada día y que arañamos un trozo de felicidad con frecuencia. 

Una historia personal así, que en lo profundo de nuestro corazón sepamos que es valiosa, la creamos con autodeterminación, es decir, con nuestra lucha cotidiana por elegir las opciones más auténticas, más íntimas, más nuestras, entre las numerosas alternativas que nos ofrece la sociedad. 

Crear nuestra historia personal significa ser fieles a nosotros mismos, a nuestra vocación, a nuestras fortalezas, y también nuestras debilidades, a nuestras motivaciones y a nuestras necesidades psicológicas, en el contexto de lo que la vida nos demanda, nos ofrece o nos quita. 

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En este fin de año, revisemos nuestra historia personal y propongámonos crear una historia personal que sea valiosa para nosotros mismos y para las personas que amamos. Siendo así, puede ser que nuestra historia beneficie a la sociedad, aunque nunca sea viral. 

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sábado, 8 de diciembre de 2018

La importancia del "qué dirán"

Construye una marca personal favorable. 


Si ves la marca de una llanta en el pavimento, puedes imaginar que un vehículo frenó de repente; si ves huellas en el barro o en la nieve, puedes decir si son de una persona o de un animal; si se riega el vino o el café en el tapizado de tus muebles, dejan una mancha; los golpes y las caídas, dejan rayones o grietas en la pantalla de tu teléfono móvil. 


¿Quiénes te consideran confiable?, ¿Qué le aportas a los demás?, ¿Qué piensan de ti los demás? 

Si publicas tus fotos en las redes sociales, algunas cosas de ti se pueden saber como, por ejemplo, qué has hecho, dónde has estado o con quiénes has compartido.

A diario dejamos marcas y huellas de nuestro diario vivir; algunas son intencionales pero la mayoría son inconscientes. 


Gracias a los procesos de comunicación, incluyendo el chisme, a las redes sociales e internet, los rastros que vas dejando tras de ti, pueden tener un alcance global y más allá de tus intenciones; puedes, incluso generar dolor, rencor, envidia, odio y otras reacciones negativas. 

Todos los días estás haciendo o diciendo algo, aún con tus omisiones o tu silencio, y los rastros de tus acciones o de tus palabras, son interpretados por los demás, en contextos que tú no controlas ni imaginas. 

Esos rastros y huellas de tu vivir, interpretados de diversas maneras por conocidos y desconocidos, en el momento en que suceden o mucho tiempo después, constituye una dimensión de tu “marca personal”


La “marca personal” es el conjunto de significados que las personas asocian con tu nombre, contigo, como resultado de sus interpretaciones acerca de tu apariencia personal, actitudes, palabras y comportamientos. 

La “marca personal” que vas dejando en los demás puede ayudarte a avanzar en tu proyecto de vida o puede contradecir tus intenciones o propósitos. 

Por ejemplo, dejas “marca personal” en:
  • Las redes sociales (fotos, videos, comentarios, emojis)
  • Internet (lo que ves, compartes o comentas)
  • El email (mensajes, respuestas, reenvíos, archivos adjuntos)
  • La vida cotidiana (lo que haces y dices; los sitios que visitas; las personas que frecuentas)

La "marca personal" diversa que vas dejando, permite crear múltiples imágenes de quién eres, que te pueden resultar favorables o desfavorables. 

En algunos casos tu “marca personal” brinda información adicional, tal vez más cierta que lo que dices ser. En la actualidad, muchas empresas seleccionan personal consultando la “marca personal” de quienes están en internet y las redes sociales, antes de solicitar o leer su curriculum vitae


Muchos compradores consultan las opiniones de terceros, para decidirse por un proveedor de bienes o servicios. Esto equivale a consultar la “marca personal” en términos de reputación. 

Si quieres convertir tus sueños en realidad, si quieres avanzar en tu proyecto de vida, si quieres lograr objetivos, tener mejores ofertas de trabajo o vender algo, te invito a gestionar tu “marca personal”, cuidando: 
  • Tu apariencia personal y actitudes. 
  • Tus gestos, posturas y comportamientos. 
  • Tus acciones en internet y en redes sociales. 
  • Lo que dices o callas. 
  • Las relaciones que estableces y cultivas. 

Siempre que tus propósitos personales involucren a otras personas, tu “marca personal” estará ahí facilitando o dificultando tu vida. Aunque tú no puedas controlar el alcance ni las interpretaciones ajenas de tu “marca personal”, tú eres el único responsable de las imágenes, palabras y los datos que vas dejando en tu diario vivir. 

Cuida tu “marca personal”… Uno nunca sabe cuando jugará un papel decisivo en tu felicidad. 

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sábado, 1 de diciembre de 2018

El Mito de hacer sólo lo importante

La agenda es una herramienta pero no es el mapa para vivir. 


Hace muchos años aprendí a llevar una agenda “como debe ser”, pero hace muy poco descubrí que nadie tiene que decirte cómo debe ser tu agenda. 


¿Cómo organizas tu tiempo?, ¿A qué te dedicas la mayor parte del tiempo?, ¿Con qué actividades disfrutas más? 

En el post anterior dije que la unidad para la administración del tiempo es el evento, es decir, cualquier actividad que se realiza en una hora determinada del día. 

Pues bien, se puso de moda utilizar dos variables para clasificar los eventos que realizas durante el día: importancia y urgencia

Un evento importante tiene un impacto decisivo en tu desarrollo, en los resultados que te has propuesto o en tu bienestar. 

Un evento urgente tienes que hacerlo de manera inmediata porque el plazo se cumplió o está muy cerca de terminar, y no cumplir esos plazos puede tener consecuencias graves para ti o los demás. 


Quienes insisten en la dualidad entre eventos importantes y urgentes, consideran que los primeros son los que hacen posible que conviertas tus sueños en realidad, que finalices tus proyectos, que logres tus objetivos, que cumplas con tus obligaciones. 


Para ellos, los eventos urgentes hacen parte de la vida pero sólo aportan estrés y deben ser evitados con un control inteligente del tiempo. Por ejemplo, estudiar toda la noche para presentar un examen o entregar una tarea al día siguiente, pagar los servicios públicos el último día de plazo, pagar la cuota de la tarjeta de crédito o, simplemente, recargar tu celular cuando ya se te acabaron los minutos o la navegación por internet, son eventos que puedes hacer con antelación y sin preocupación. 


En esta lógica, para que puedas estar tranquilo y ser más productivo, necesitas organizar tu agenda de manera que los eventos más importantes para ti ocupen la mayor parte de tu tiempo y, así, cada vez tendrás menos cosas urgentes. 

No estoy en contra de organizar el tiempo distinguiendo eventos importantes y no importantes, urgentes y no urgentes. Lo que no comparto es la creencia de que el verdadero valor del tiempo se alcanza cuando te enfocas en actividades "importantes y no urgentes" o "importantes y urgentes". 


Resulta que con este modo de pensar quedan “por fuera” muchos eventos calificados con la categorías de “no importantes” o “no urgentes”. 

Pero la vida de la gran mayoría de los seres humanos involucra actividades “no importantes” y “no urgentes”: parchar con los amigos, verse una serie, salir de compras, ir al cine, tomarse un café o una cerveza en compañía, salir a un restaurante, dar un paseo por el parque, hacer una siesta, celebrar un cumpleaños, ayudar a un compañero a hacer su trabajo, jugar bolos o un partido de fútbol, leer un libro, escribir un poema, preparar una receta, cuidar el jardín, clasificar estampillas o monedas, jugar o hablar con los hijos, navegar por internet sin rumbo fijo, visitar un enfermo, detenerse en calle para ayudar a alguien. 


Uno nunca sabe, pero podría pasar que por estar haciendo sólo lo importante se nos olvidara lo que es la vida cotidiana y corriente, de la gran mayoría. 

Aún más, puede ser que haciendo cosas “no importantes” y “no urgentes” encuentres el amor de tu vida, se te ocurra la idea del millón de dólares, desarrolles un talento inusual, hagas nuevos amigos y aprendas a vivir mejor. 


Tu agenda personal no puede referirse sólo a lo importante o urgente, porque la vida es mucho más; tu agenda es una herramienta para poner un cierto orden en tus eventos pero no debe empobrecer o simplificar tu vida. Un momento de planeación al comienzo de la mañana y otro momento de revisión de lo que hiciste o dejaste de hacer, al finalizar el día, sí te pueden ser de mucho provecho. 

La agenda es un medio que te permite manejar tu tiempo de manera más productiva, pero no es algo que mágicamente te permita alcanzar tus sueños, tus proyectos, tus objetivos. Ese camino es la acción, incluyendo la que no es importante ni urgente. Uno nunca sabe. 

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sábado, 24 de noviembre de 2018

Disfruta cualquier tiempo

Administra tu tiempo. 


Crees que este año se ha pasado más rápido que los anteriores, no te alcanzó el tiempo para nada, no cumpliste con tus propósitos, se te acumularon muchas cosas para este final de año. 

¿Para qué quisieras más tiempo?, ¿Cómo manejas tu tiempo?, ¿Cómo aprovechas tu tiempo libre? 


Tal vez no tengas esas preocupaciones, pero llegas tarde a reuniones o citas, te estresas con lo que tienes que hacer o se te olvidan tus tareas o compromisos. 

El tiempo es importante


Alguien que no tenga nada por hacer, tal vez no tenga problema con el tiempo, pero la mayoría de las personas tenemos que aprender a manejar el tiempo. 


El tiempo se vuelve importante para ti, cuando tienes: 
  • Citas: compromisos u obligación de reunirte con alguien (por ejemplo con tu odontólogo, tu médico, tu pareja, tus colegas, tu contador, el abogado, el juez).
  • Deberes: tienes un horario de clases, debes entregar tareas, presentar exámenes, estar en tu trabajo o negocio, pagar servicios públicos, deudas o impuestos. 
  • Proyectos: tienes metas, objetivos y resultados que te has propuesto 

Las citas, los deberes y los proyectos personales requieren tiempo para ser ejecutados, pero el tiempo como es invisible y va transcurriendo, podría escaparse sin que tú logres controlarlo. 

La "naturaleza" del tiempo


Puedes llegar, en cierto sentido, a controlar el tiempo en tu vida si comprendes que el tiempo es: 
  • Recurso porque si lo utilizas bien te sirve para hacer realidad tus sueños, cumplir con tus proyectos, lograr tus objetivos y disfrutarlo. 
  • Limitado porque el día sólo tiene 24 horas, el año sólo tiene 365 días más un día de “ñapa” cada cuatro años y no vas a vivir para siempre. 
  • No renovable porque no puedes viajar al pasado; cada segundo, cada minuto, cada hora o cada día transcurridos, ya se fueron y no se pueden reciclar 
  • Incierto porque es simplemente una expectativa y no una propiedad; tú no lo tienes como tienes los objetos y cosas a tu alrededor; nunca puedes asegurar cuánto tiempo tienes disponible, ya que puedes morir en cualquier momento (a partir de este preciso instante). 
  • Universal porque todos disponemos de tiempo, así sea un minuto, una hora, un día, un año, que siempre son iguales para todas las personas 
  • Inequitativo porque la mayoría tiene su tiempo controlado por otros (las asignaturas del colegio o la universidad; las actividades laborales) y muy poco tiempo libre para sus actividades personales o familiares, mientras que unos pocos gozan de mucho tiempo libre que pueden manejar a su gusto. 

La clave para que puedas controlar el tiempo y puedas cumplir con tus citas, deberes y proyectos, es administrarlo. 

Administrar el tiempo



La unidad de tiempo que puedes administrar no son las horas, los minutos ni los segundos; esas son maneras de contar o medir el tiempo. 

En un día cualquiera tienes cosas que debes hacer en un momento o un lugar determinados, son los eventos. La unidad mínima para la administración del tiempo es el evento

Un evento es como un pequeño proyecto que tú ejecutas en algún momento del día, porque tiene un inicio, duración, final, recursos y resultado. 


Administra los eventos de cada día, es una manera de controlar el tiempo, para que puedas lograr tus proyectos personales y desarrollar tu propio proyecto de vida. 

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domingo, 18 de noviembre de 2018

¿Qué necesitas para triunfar y alcanzar tus sueños?

El factor que puede transformar tu vida. 


Tienes objetivos de largo plazo que son muy importantes para ti y tu familia; tal vez te has propuesto tener un millón de seguidores, poseer tu propio negocio o una próspera empresa, llegar a ser un científico o un escritor destacado, triunfar en el arte, la política o el deporte, alcanzar la libertad financiera. 

¿Cuáles son tus sueños más prometedores?, ¿Cuáles son tus objetivos más valiosos?, ¿Tienes un sueño o un objetivo al que has renunciado? 

Con toda seguridad, en el camino cometerás errores, encontrarás obstáculos, tendrás que resolver problemas y habrá períodos en que parecerá que no avanzas. 


Bastará con que te hundas ante un error, te bloquees ante un obstáculo, naufragues en un problema o, simplemente, te aburras, para que tu objetivo quede relegado al olvido y no avances en lo que podría cambiar tu vida y la de tu familia. 

Pero si quieres llegar a tener lo que aspiras, ser lo que te has propuesto, triunfar en el terreno que has elegido o alcanzar tus sueños, necesitas el Factor Grit


El Factor Grit puede ser algo tan imperceptible como un grano de arena pero con un efecto poderoso que puede transformar completamente tu vida, porque se refiere al coraje y valor inquebrantables que pueden acompañarte; se basa en la perseverancia en el esfuerzo y la pasión para lograr objetivos de largo plazo. 

El Factor Grit es empeño, dedicación plena, esfuerzo sostenido, compromiso, aguante, coraje y determinación combinados; es ser capaz de trabajar muchas horas, trabajando o entrenando para conseguir lo que te propones, ser capaz de persistir en tus esfuerzos y no abandonar tu camino a pesar de las dificultades. 


El Factor Grit se refiere al esfuerzo y la consistencia de una persona para persistir en su empeño, para conseguir sus objetivos en la vida, para alcanzar sus sueños. Supuestamente, el Factor Grit hace la diferencia entre las personas que alcanzan logros excepcionales y el promedio de la población. 


¿Quieres desarrollar tu Factor Grit

Para desarrollar tu Factor Grit y avanzar con paso firme hacia el logro de tus objetivos más nobles y ambiciosos, sólo tienes que: 

Mantener el esfuerzo


Trabaja duro durante largo tiempo, incluso en las situaciones más difíciles, a pesar de los inconvenientes, los errores, los obstáculos, los problemas, la monotonía o la frustración; no te amilanes ante los retos, no seas flojo, mediocre, ni te contentes con lo menos. 


Mantener el interés


Sé fiel a tus propios intereses, consérvalos, dales consistencia a lo largo del tiempo, cultívalos y consolídalos, actúa de manera coherente con ellos; no abandones tus intereses más preciados, no cambies de intereses de manera frecuente o habitual. 


En resumen, desarrolla tu Factor Grit, manteniendo el esfuerzo y el interés en aquello que te apasiona y sabes que es valioso para ti y tu familia; por favor, no desfallezcas porque muchos necesitamos que tú seas ejemplo de valor, resistencia y excelencia, ¡Que tengas el Factor Grit

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Grit es una noción propuesta por la Psicóloga Angela Duckworth; puedes ver un video en español: La clave del éxito.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Objetivos de vida y bienestar psicológico

Seis dimensiones para estar mejor. 


Encontrar el amor, perder peso, mejorar la salud, hablar Inglés, mejorar el Francés, hacer un posgrado, hacer nuevos amigos, ahorrar dinero, cambiar de casa, encontrar un trabajo mejor, son objetivos. Sabes ¿Qué tienes que hacer para lograrlos? 


¿Cómo puedes mejorar tu vida?, ¿Qué resultados te harán más feliz?, ¿Qué situaciones debes cambiar? 

Si buscas la palabra “objetivo” en un diccionario es posible que no te hable de metas, propósitos o finalidades. En cambio, te señalará dos significados diferentes: 

Contrario de subjetivo: percepción de un objeto en sí mismo, libre de emociones, sentimientos o juicios de valor. En este sentido, “objetivo” es la cualidad de un individuo cuando habla sobre algo, sin dejar que sus emociones o prejuicios influyan ("Él fue muy objetivo en sus comentarios"). 

Contrario de sujeto: objeto o zona que existe realmente fuera del sujeto y al que se apunta o se quiere llegar. Desde este punto de vista, “objetivo” es algo distinto y externo que el individuo observa o quiere alcanzar ("Ella disparó contra el objetivo que saltaba por la pradera"). 

En pocas palabras, si quieres:
  • Ser objetivo: tienes que liberarte de tu forma habitual de sentir o juzgar
  • Lograr un objetivo: tienes que salir de ti mismo y proyectarte más allá. 

Por ejemplo, objetivos tan generales como: tener un auto, terminar la universidad, viajar al exterior, conseguir trabajo, encontrar una pareja, tener una familia, comprar una casa, etc., implican que la persona deje su manera “vieja” de sentir, pensar o actuar y se enfoque en lograr algo que no tiene en el momento. 


Aquí está el valor de los objetivos: deshacerte de sentimientos, ideas o hábitos “obsoletos” y enfocarte en algo atractivo externo, fuera de ti, fuera de tu zona de confort. 

¿Y qué pasa con los objetivos de aprendizaje, de mejora interior, de transformación espiritual o de creatividad personal? 

Son aún más exigentes, en la medida de que implican cambios en tus formas de ser, pensar o actuar, y que para lograrlos tienes que recorrer “un camino interior” que pone a prueba tu capacidad para ser mejor. 


Lo interesante es que los psicólogos han encontrado una relación significativa entre los objetivos de vida y el bienestar psicológico: las personas que se plantean y esfuerzan por lograr objetivos retadores y alcanzables, suelen sentirse mejor psicológicamente. 

Los objetivos de vida que pueden tener impacto en tu bienestar psicológico, pertenecen a seis dimensiones en tu vida: 

Autoaceptación: desarrolla una actitud positiva hacia ti, valora tus cualidades, comprende tus defectos, deja ir el pasado doloroso, aprende de las experiencias y ámate como eres y puedes llegar a ser. 

Autonomía: elige por ti mismo, toma tus propias decisiones, mantén tu independencia personal y expresa tus convicciones personales, cuando sea necesario; mejora tu autocontrol, regúlate “desde adentro” y ten tus propios estándares de comportamiento; resiste la presión social. 

Crecimiento personal: aprovecha y mejora tus competencias, tus habilidades y talentos; mantente en continuo crecimiento, abierto a nuevas posibilidades u oportunidades, disfruta y aprende de las experiencias, desarrolla tu potencia, mejora con el tiempo y aprende a conocerte cada vez mejor. 


Relaciones positivas: cultiva la colaboración, la amistad y el amor hacia los demás; relaciónate de tal manera que puedas contar con las personas, sentir confianza, disfrutar de su compañía y experimentar el verdadero afecto. 

Dominio del entorno: desarrolla tus habilidades, incrementa tus conocimientos, mantente aprendiendo algo nuevo, ejercita tu cerebro constantemente; aprende a lidiar con los retos de tu ambiente y aprovecha las oportunidades que te rodean; aprende a controlar o influir positivamente en tu entorno; crea o escoge situaciones que se ajusten a tu personalidad y valores. 

Propósito en la vida: dale sentido a tu vida, proponiéndote metas y objetivos; cultiva tus sueños; ponte en camino, no te estanques ni te dejes vencer por los obstáculos; dale un significado a tu pasado y a tu presente; elige creencias que te motiven a construir tu propia historia personal. 


Avanza en tu bienestar psicológico, logrando objetivos de vida; para ello: 

1. Elige la dimensión en la que quieras mejorar. 
2. Identifica un resultado importante para ti. 
3. Consigue los medios y haz lo que tienes que hacer. 
4. Revisa periódicamente tus avances y haz los ajustes necesarios. 


Un solo objetivo de vida puede proyectarte hasta donde nunca te habías imaginado y fortalecer tu bienestar psicológico. 

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Nota: Las dimensiones del bienestar psicológico corresponden al modelo desarrollado por la psicóloga Carol Ryff, profesora en la Pennsylvania State University y directora del Institute of Aging.