El arte de las soluciones sencillas

Cómo solucionar problemas sin estrés ni complicaciones

Soluciona efectivamente los problemas en tu vida, sin estrés ni complicaciones adicionales; las soluciones verdaderas vienen sin toppings. Hay 3 acciones para mejorar nuestra actitud ante los problemas y avanzar con nuestro Proyecto de Vida.

Un problema es cualquier situación que requiere una solución, ¡Soluciónalo entonces! Nada haces complicándote o estresándote. 

¿Cuáles son los problemas que te gusta solucionar?, ¿Cómo puedes ampliar tu capacidad para solucionar problemas de otra clase?, ¿Cómo puedes hacerte mejor solucionador de problemas?

Te comparto este caso de la vida real

Hay un grupo de padres de familia que se hizo cargo de organizar el Prom, la fiesta de graduación, de sus hijos; todo parecía indicar que ellos interpretarían correctamente las expectativas de los estudiantes y se pondrían fácilmente de acuerdo, porque se conocen bien.

No obstante, en sólo un mes de estar trabajando en la solución, se han presentado tantos malentendidos, controversias, acusaciones mutuas, críticas, sarcasmos, distanciamientos, que ni ellos mismos logran entender lo que ha pasado. 

El fin de semana pasado, una de las mamás participantes me decía “Es que somos muy complicadas…”.

A propósito, se ha puesto de moda creer que las mujeres son más complicadas que los hombres; no sé, no estoy seguro, no conozco evidencia científica que sostenga eso; creo que depende de las circunstancias y del contexto. 

Solucionar no es complicar la solución

Ahora bien, imagínate que en este preciso momento estás resolviendo un complejo problema de matemáticas; una de tus primeras reacciones, tal vez, sea decir “¡Que complicado!”.

Pues sí; con bastante frecuencia, cuando tenemos un objetivo o un problema, no solo nos invade esa sensación de complique sino que encontramos maneras de enredarnos y complicar el proceso de solución.

Dos de las expresiones que más me gusta usar cuando aparecen los problemas, son:

“No te preocupes… Ocúpate de la solución” 

"Duro con el problema; suave con las personas"

Un Proyecto de Vida también puede entenderse como una solución a los diferentes problemas que la vida te presenta y todos sabemos que la vida es bastante compleja como para complicarla más de la cuenta.

Las verdaderas soluciones son elegantemente sencillas

En este post, quiero invitarte a no complicarte cuando necesites solucionar un problema o cumplir un objetivo. Si puedes tener soluciones válidas, que sean sencillas, y sin tanto estrés, ¿Por qué elegirías las complicadas?

Que no sean tus egos, tu deseo de figurar, tu ambición de poder o tus recelos, los que dirijan tus soluciones, porque así te complicarás más de la cuenta.

¿Cómo puedes solucionar un problema?

Aquí no me refiero al método científico que aplica a soluciones de problemas en el contexto de Ciencia y Tecnología; tampoco a lo que comúnmente se llama “análisis y solución de problemas”. 

Lo que quiero subrayar es tu actitud, tu comportamiento, tu estilo personal para encontrar soluciones sin tanta complicación.

Aprópiate

Puede ser que haya problemas ajenos que requieran una solución de tu parte; en este caso, el problema deja de ser ajeno porque tienes la responsabilidad de solucionarlo o contribuir a su solución. Con mayor razón, si el problema es tuyo, hazte cargo hasta solucionarlo.

No hables por otra persona, no te hagas vocero de los demás, no asumas la postura de que tú sí tienes en cuenta a los que no están participando... !Habla sólo por tí!

¡Cuidado! Nunca trates de solucionar problemas como otra persona lo haría o como otra persona quisiera. Llegar a la solución es tu responsabilidad, lo hagas solo o en grupo, y debe ser satisfactoria para tí y para quienes te acompañan; pero la solución que elijas, depende enteramente de tí, o de ustedes.

En pocas palabras, la verdadera solución tiene que ver más con superar el problema que imponer creencias, opiniones y expectativas de las personas: No confundas solución con satisfacción; son dos momentos y criterios distintos.

Asesórate

Muchos problemas ya han sido resueltos por otras personas. No trates de resolver problemas desde cero; no creas ni actúes como si cada problema, cada objetivo o cada proyecto que tienes fuera único; eso es cierto sólo para las personas más complicadas, aquéllas que difícilmente se ponen de acuerdo y no encuentran soluciones.

Además, ten en cuenta que gran parte de los problemas o retos se solucionan siguiendo un procedimiento o una serie de pasos.

Encuentra una persona que ya haya enfrentado un problema similar o haya tenido un objetivo parecido. Trátalo como un experto, porque en eso, al menos, es más experto que tú. Explícale con claridad la situación y pídele que te ayude a encontrar una solución.

Si se trata de un problema que sólo tienen una solución –por ejemplo, encontrar un producto, tener un permiso, hallar un repuesto, etc.-, toca tantas puertas como sea necesario, solicita orientación y persevera; en algún lugar está la solución.

Actúa

No te quedes analizando o pensando: pasos, etapas, fases, programas o planos en el papel, sean escritos o dibujados, sólo representan lo que tú tienes que hacer.

Pasa del diálogo a la acción, del análisis a la operación. Ningún problema se soluciona sólo en la mente. Convierte tu reflexión, la discusión de tu equipo o la asesoría que hayas recibido, en pasos o etapas jerarquizadas u organizadas.

Es el uno, dos, tres de cualquier solución. Ejecuta cada tarea en su momento y lo más pronto posible; no acaricies los problemas ni te apegues a ellos. 

Si de verdad es un problema, o una situación problemática, requiere una solución y es tu responsabilidad desde el primer momento que te afectó o cuando te apropiaste de él.

La mayoría de los problemas, objetivos o proyectos, se resuelven sencillamente con acciones relativamente simples, hechas en el momento apropiado. 

En tus manos está la solución... ¡Ejecútala!

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¡Vive! Transforma tus sueños en hechos

Libérate con hechos de tus pensamientos y sentimientos nocivos

Un relato breve que muestra la ventaja de un proyecto de vida basado en hechos frente a proyectos de vida que se quedan en el papel o en las intenciones.

La aceptación de los hechos, modera nuestros pensamientos y sentimientos; vivir con base en hechos nos pone en la ruta de la felicidad.

¿Cuáles son tus sueños sin realizar?, ¿Cuál es el sueño que puede cambiar tu vida de verdad?, ¿Qué es lo primero que tienes que hacer o lograr para transformar tus deseos en realidades? 

Un cuento corto

“Se pronostica lluvia y eventuales tormentas eléctricas” había dicho el noticiero. Mientras conducía, Andrés no podía ocultar su entusiasmo con las cometas de sus dos hijos. Llegaron y rápidamente la mamá alistó las cosas para el picnic; cada uno de los niños cogió la cometa que se había pedido; Andrés les explicó cómo pararse contra el viento y cómo soltar el hilo poco a poco. Muy pronto las cometas habían ganado buena altura y todos se sentían volando de alegría. 

Un trueno ensordecedor les recordó el pronóstico e inmediatamente, sin más aviso, una lluvia torrencial derribó las cometas y la esperanza de un día maravilloso… “¡El que llegue primero hasta el carro!” gritó la mamá para animarlos un poquito; los papás dejaron ganar a Luciana pero Santiago dijo que había que repetir la carrera porque se le había enterrado el zapato en un hueco.

En medio de la lluvia, corrieron hasta los eucaliptos y esta vez ganó Santiago. El papá se dio cuenta que había dejado su chaqueta e hicieron una tercera carrera hasta donde había estado con las cometas… Los cuatro estuvieron inventando pequeñas carreras hasta que el cansancio y la risa los dejó.

Completamente lavados por la lluvia, se secaron con el mantel y regresaron a la casa; aunque nadie lo hubiera dicho, todos estaban seguros de que había sido un domingo espectacular.

La importancia de los hechos

Veamos cuatro hechos en este corto relato:

• Una familia sale de paseo para elevar cometas
• Elevan las cometas poco tiempo
• Suena un trueno y cae un aguacero
• Todos apuestan carreras bajo la lluvia

Al final, la familia disfrutó porque pudieron elevar sus cometas y, sobre todo, porque decidieron divertirse a pesar del clima; no le dieron demasiada importancia ni a sus pensamientos ni a sus sentimientos. Importaron más los hechos: elevar las cometas mientras había viento y correr cuando el clima cambió.

El límite del pensamiento y del sentimiento

¿Te imaginas que en lugar de los hechos, la familia hubiera atendido sólo sus pensamientos o sus emociones?

Otra hubiera sido la secuencia:

• “Yo esperaba que fuera un domingo despejado pero parece que va a llover”
• “No sé si sea buena idea que vayamos; tal vez, dejémoslo para otro día”
• “Mi papá nos había prometido pero parece que no nos va a cumplir”
• “Bueno tocará ir por los niños…”
• “Como parece que va a llover, toca elevar esas cometas rápido y regresar antes del tráfico”
• “Pá, no pudimos elevar las cometas como queríamos”
• “Todo por la maldita lluvia”
• “Yo sabía que iba a llover; yo te lo dije”

Afortunadamente, la familia le dio más importancia al hecho de estar juntos, al hecho de estar al aire libre, al hecho de poder correr; no tanto a sus pensamientos o sentimientos, que generalmente sólo son reacciones ante las circunstancias o expresión de expectativas, pero no son hechos.

Un proyecto de vida de verdad, son hechos

Con esto quiero decirte que en un Proyecto de Vida, los hechos son mucho más importantes que los pensamientos y los sentimientos. “El camino al infierno está sembrado de buenas intenciones” dice el refrán popular.

Vista en sabidurias.com

Mira cómo una y otra vez nos defraudan las promesas de  políticos que nunca cumplen.

Ni las intenciones, ni las promesas, ni las palabras hacen tu proyecto de vida; sólo los hechos, sólo las acciones, sólo las tareas realizadas. 

Por algo dicen “Hechos son amores y no buenas razones”: el amor verdadero se manifiesta sólo en obras, acciones y comportamientos de amor… No insistas mucho en eso del “tiempo de calidad” porque lo que necesitan los niños y tu cónyuge no es tiempo sino amor de calidad, vivido a través de tus acciones, tus hechos.

Hoy mismo, toma la decisión de vivir tu proyecto de vida, con acciones, con tareas, con ejercicios, con obras, con hechos que transformen y mejoren tu vida. 

Un proyecto de vida es para vivir mejor; no para decirle a tus padres, profesores, cónyuge o amigo, lo que ellos quieren oír…

Vista en minglano.es

Vive tu proyecto con hechos de verdad. Te aseguro que esto cambiará tu vida 

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Los niños pequeños son capaces de vivir su propio proyecto de vida

¿Qué debes hacer tú para que los niños puedan triunfar en sus proyectos personales?

Educar a los niños más pequeños para que puedan triunfar en sus proyectos personales, requiere que trabajes en cinco semillas que les permitirá tener un proyecto de vida feliz y a la altura de su potencial.

¿Cuál es tu mejor recuerdo de la infancia?, ¿Cuál es la enseñanza más valiosa que recibiste cuando eras muy pequeño?, ¿A quién recuerdas con especial cariño, de cuando estabas pequeño?

El sábado pasado fui invitado a dictar una charla sobre Proyecto de Vida en un jardín infantil. Cuando ya estábamos cerca de iniciar, un padre de familia me saludó muy amablemente y me dijo: “La verdad yo no creo que un niño de 4 años deba tener un proyecto de vida… Eso sería afanarlo mucho”. 

Yo le contesté: “Tiene razón, los niños muy pequeños no deben tener un Proyecto de Vida como el suyo o como el mío, pero sí deben tener uno que sea acorde con su edad”; y agregué: “Le pido el favor que tenga su mente abierta y, si quiere, al final volvemos a hablar”.

Hice la presentación a 50 padres de familia de niños con edades entre 3 y 5 años y, como lo habíamos hablado, ese papá se me acercó, estrechó mi mano y me dijo: “¿Sabe que no lo había visto de esa manera? Muchas gracias y tiene toda la razón”.

¿Un Proyecto de Vida para niños muy pequeños?

Para mí, es muy lógico que los padres de familia y los docentes de los niños más pequeños, vean con escepticismo la idea de que ellos se inicien en la construcción de su Proyecto de Vida; la creencia para creerlo innecesario, es: “Están muy chiquitos, viven el presente y no tienen el razonamiento necesario”.

En el post “Y ahora, ¿Qué hago?” definí el Proyecto de Vida como “…tu estrategia personal para hacer realidad tus valores, sueños y aspiraciones, a lo largo de tu existencia o en una etapa importante de tu vida”.

Es obvio, que los niños pequeños, como los estudiantes de ese hermoso jardín infantil, no deben tener todavía una estrategia personal, sencillamente, porque no han desarrollado sus capacidades emocionales ni intelectuales para diseñarla.

No obstante, quiero compartirte es este post, una parte del contenido de la charla que refleja mis convicciones al respecto.

Cinco proyectos personales que tú debes tener

Pues bien, en ese primer post, me referí a cinco proyectos personales que podemos tener a través del camino de nuestra vida:

1. Proyecto vocacional: guíado por la pregunta “¿Cómo me voy a ganar la vida?”.
2. Proyecto de carrera: “¿Cómo voy a crecer en el trabajo?”.
3. Proyecto de innovación: “¿Cómo voy a hacer algo nuevo?”.
4. Proyecto de retiro: “¿Cómo voy a vivir mi retiro laboral?”.
5. Proyecto de vida: “¿Cómo voy a vivir mi vida?”.

Un niño pequeño está muy lejos de esas preguntas y, de verdad, no tiene ningún interés ni beneficio hacérselas; tal vez, la única pregunta válida es la que siempre le hemos hecho: “¿Qué quieres ser cuando seas grande?”.

No se trata de preguntas, reflexiones, respuestas ni planes. ¡No! Los niños pequeños sólo necesitan ser amados, cuidados y educados, para vivir su propio proyecto de vida.

No obstante, estoy convencido de que tú como padre de familia, como profesor o como hermano mayor, sí puedes ayudar a un niño de 3 o 4 años con el enfoque de Proyecto de Vida.

¿Cómo puedes iniciar a los infantes en su Proyecto de Vida?

Creo que tú puedes fortalecer cinco características en los niños pequeños, que son cinco semillas para que germinen esos cinco proyectos personales arriba mencionados:

Auténticos

Permite que el niño manifieste y crezca en sus diferencias individuales; recuerda que cada hijo o cada estudiantes es único e irrepetible; déjalo que desarrolle su propia personalidad y que florezca su potencial; estimula su autenticidad. Esta es la semilla para que más adelante pueda descubrir y tener su propio proyecto vocacional.

Curiosos

Admira y preserva la curiosidad de los niños; deja que hagan preguntas y contéstalas de manera sencilla, directa y acorde con su edad; acompáñalos a explorar, a escarbar, a abrir, a desarmar, porque es su manera de aprender. Así, caerá en tierra fértil la semilla del proyecto de carrera, que lo van a necesitar cuando sean adultos jóvenes.

Soñadores

Alienta los sueños infantiles: estimula su imaginación, construye cuentos con ellos, inventa cosas locas y chistosas; recuerda siempre que la nueva generación no sólo va a vivir en un mundo completamente distinto, sino que puede llegar a ser cualquier cosa que verdaderamente se prepongan. 

Si tú le permites soñar a tu hijo o a tu estudiante y no apagas sus sueños con un inapropiado realismo, estarás preservando la semilla del proyecto de innovación, o mejor, del proyecto de negocio innovador... Algún día lo va a necesitar porque el empleo, como hoy lo conocemos, tal vez no va a existir cuando sea grande.

Activos

¿Te has dado cuenta que los niños saludables parecen no cansarse? Llegan de un viaje y quieren salir al parque, llegan del centro comercial y quieren que juguemos con ellos, llega el sábado o el domingo y están despiertos desde muy temprano; parecen incansables, “tienen cuerda” y a toda hora quieren estar en actividad. 

Bueno, y tú adulto ¿Qué quisieras para tu retiro? Te aseguro que quieres mantenerte activo y no ser una carga para nadie. La actividad del niño es la semilla de un atractivo proyecto de retiro, que lo ha de construir desde los primeros años de su vida laboral; así que nutre su energía para que se manifieste de miles maneras.

Amorosos

Muchos experimentos han mostrado que el amor es un alimento absolutamente necesario para criar niños saludables y felices; regálales amor por montones en forma, de abrazos, caricias, sonrisas, cosquillas, juegos y bromas; recibe el amor que te brindan; enséñales a ser amables, agradecidos y buenos con los demás; acompáñalos por el camino de fortalecer los lazos familiares y a descubrir el encanto de la verdadera amistad. 

El amor generoso, para dar y recibir, es la semilla para que ellos sean capaces de diseñar su propio proyecto de vida.

Como te has dado cuenta, las cinco semillas que debemos preservar para esos cinco proyectos personales de nuestros hijos o estudiantes, naturalmente, son características de quienes han crecido en ambientes sanos y favorables.

En cualquier caso podemos estimular o recuperar la autenticidad, la curiosidad, los sueños, la actividad y el amor, porque son cualidades que, aún en las peores condiciones de crianza, permanecen ahí como las brasas bajo la ceniza de una fogata… Con un poquito de esfuerzo, en todo niño podemos avivar el fuego de los cinco proyectos personales.

Si tienes cerca niños pequeños, te invito a pensar en cada uno de ellos, con nombre propio, y elegir la semilla que debes cuidar y fortalecer en cada caso.

Elige una semilla y comienza hoy mismo: ¿Cómo puedes ayudarlo a ser más feliz? Acompáñalo para que sea más:

• ¿Auténtico?
• ¿Curioso?
• ¿Soñador?
• ¿Activo?
• ¿Amoroso?

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El sentimiento, ¿Qué puedes hacer con los emoticones de tu vida?

Cinco tips para crecer y triunfar con tus sentimientos

Aceptar o superar tus sentimientos; hundirte o volar con ellos, sólo depende de ti. El sentimiento puede ayudarte en un proyecto de vida, aplicando cinco consejos efectivos para beneficiarte.

Tus sentimientos, ¿Cómo te han ayudado a vivir mejor?, ¿Cuándo te han bloqueado?, ¿Qué acostumbras a hacer con tus sentimientos?

Catástrofe

Qué dolor, qué tristeza, qué espantoso ha sido el nuevo terremoto de México, tan solo dos semanas después de una primera y grave advertencia en Chiapas. 

Lo que ha transmitido la televisión y lo que ha publicado la prensa, nos ha asustado, asombrado y preocupado; la muerte o la desaparición de los seres queridos, la pérdida de los bienes o recursos necesarios para vivir, el desmoronamiento de la tranquilidad y la seguridad, ante esta tragedia, en medio de una avalancha de catástrofes naturales, han sido contadas por las víctimas con desespero o con valentía, según el caso.

Ante eso, no podemos evitar una mezcla de sentimientos que van desde la compasión, pasando por el temor, hasta la admiración; muchos son los héroes que se han hecho en estos primeros días terribles y varias son las lecciones de resiliencia que nos han regalado los mexicanos.

¿Qué es el sentimiento?

El sentimiento es cualquier estado de ánimo –mental- que nos afecta para bien o para mal, dependiendo de la emoción que lo genera y de la reflexión que lo acompañe. 

Piensa en la diversidad de emoticones que puedes digitar para representar cómo te sientes en un momento, frente a una idea o con una persona.

Así como disponemos de diversos emoticones para decir cómo nos sentimos, para darle forma a nuestros sentimientos a través del lenguaje, un sentimiento es un estado de ánimo compuesto por respuestas neurofisiológicas y contenidos simbólicos o conceptuales. 

Por ejemplo, cuando hablamos de tristeza nos podemos referir tanto a lo que sucede en nuestro cerebro y en nuestro cuerpo, como al significado personal y social que eso representa; la tristeza la puedes sentir en el pecho, en la garganta, en los ojos, en la cabeza, porque hay cambios neurofisiológicos en tu cuerpo, pero también la expresas o la comunicas con gestos, con actitudes, con palabras, porque tiene significados para ti y para los demás.

Sentimiento y pensamiento pueden trabajar juntos

El post anterior fue escrito sobre el pensamiento que, a menudo, es interpretado como opuesto al sentimiento; en realidad, sentimiento y pensamiento no sólo pueden ser complementarios sino verdaderos aliados en esa estrategia personal que llamamos un Proyecto de Vida.

La sinergia valiosa que pueden generar el sentimiento y el pensamiento, cuando trabajan juntos, radica en la constitución misma de nuestro cerebro, una enorme y potente red neuronal, y en su morfología: dos hemisferios que están conectados y se envían señales mutuamente.

El sentimiento nos ayuda a vivir mejor

Tú puedes ser presa de tus sentimientos, puedes ser golpeado por ellos, puedes ser esclavizado por ellos y puedes hundirte con tus sentimientos. La buena noticia es que estás diseñado para crecer con tus sentimientos, para hacerte más fuerte, libre y feliz, con ellos.

La intención central de este post es invitarte a entender el sentimiento como una brújula y como un estándar de calidad para nuestras actuaciones:

El sentimiento es como una brújula

Si tomamos conciencia de los sentimientos que experimentamos y que están asociados a una acción o decisión, podemos inclinarnos en favor de una determinada dirección, con mayor seguridad y tranquilidad. 

Por ejemplo, si estás considerando renunciar a un trabajo que necesitas e irte a estudiar, o permanecer dos años más para poder ahorrar, puedes ayudarte a tomar la decisión correcta para ti, si observas con cuidado los diferentes sentimientos asociados a irte o quedarte, durante un lapso de tiempo que debes darte para discernir el asunto.

El sentimiento nos recuerda nuestros estándares de vida

Así como nuestros sentimientos, entendidos y reflexionados, pueden guiarnos en el camino de nuestra vida, también pueden servirnos de modelo o estándar para nuestras actuaciones. 

Por ejemplo, piensa los momentos en los que te has sentido nervioso, preocupado o angustiado por no haber hecho una tarea, por no haberla completado o por no haberla hecho bien; piensa la cantidad de veces en que te has sentido mal, con culpa o disgustado contigo mismo, por algo que hiciste o dejaste de hacer. 

El sentimiento, cuando es aceptado y comprendido, nos ayuda a vivir a la altura de nuestras posibilidades: a aprovechar nuestro potencial. 

Cinco acciones para crecer y triunfar con tus sentimientos

En consecuencia, te invito a trabajar con tu sentimiento, para vivir TU proyecto de vida, para liberar todo TU potencial y creatividad, para ser más libre y más feliz; considera estas sugerencias:

1. 👀Observa: dirige tu atención a los sentimientos que experimentas; incrementa tu capacidad para estar alerta y reconocer tus sentimientos; cultiva tu capacidad para estar presente y consciente de tus sentimientos.
2. 🏗Interpreta: encuentra relaciones entre los diferentes sentimientos que experimentas; descubre cuál es la conexión con tus acciones, resoluciones, valores o decisiones; identifica cuáles son las personas o las circunstancias que los generan; establece relaciones de causa y efecto.
3. 💬Aclara: ponle palabras a tus sentimientos y a las interpretaciones valiosas que te ayuden a comprender y a crecer en un proyecto de vida; si estás solo, ten una conversación contigo mismo y si estás con alguien que puede ayudarte, háblale acerca de tus sentimientos, si es oportuno.
4. ⚖Sopesa: evalúa la proporcionalidad de tus sentimientos con las circunstancias y hechos que estás viviendo; juzga la funcionalidad o pertinencia de lo que sientes, frente a lo que debes hacer o decidir; descubre los sentimientos que te generan determinados planes o preferencias que estás considerando; identifica las rutas para crecer en fortaleza interior y en capacidades para enfrentar tu vida.
5. 💨Actúa: haz lo que tengas que hacer; cambia tus circunstancias y cambia tus comportamientos para que puedas liberarte de los sentimientos que te empequeñecen; ponte a la altura de tu potencial, de tus sueños, de tus aspiraciones y vive TU proyecto de vida.

Recuerda que el sentimiento junto al pensamiento, te ayuda a orientarte en la vida y a actuar del mejor modo posible.

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Una poderosa herramienta llamada pensamiento

Siete momentos en los que no se vale pensar

El pensamiento es una potente herramienta para vivir tu proyecto de vida y tu felicidad; sin embargo, sospechar del pensamiento propio o ajeno y aprender a dejar de pensar tanto en 7 momentos, o cuando sea necesario, puede hacerte más feliz.

¿Cómo cultivas tu capacidad para pensar mejor?, ¿Qué haces para trascender tu propio pensamiento?, ¿Cuáles son tus pensamientos que te llenan de positivismo?, ¿Cómo te haces daño con tus propios pensamientos?

Es importante tu pensamiento

“Piense antes de hablar”, “Piénselo, no me conteste ahora”, “Sólo le digo eso…, piénselo”, son expresiones que escuchas con frecuencia en tu relación con familiares, amigos o conocidos.

Estas frases reflejan la importancia que le damos al pensamiento, en nuestra vida cotidiana; podría decirse que la gran mayoría de nosotros reconoce el valor del pensamiento para la convivencia y las decisiones correctas.

De hecho, en la cultura occidental, desde muy temprano, se definió al ser humano por su racionalidad, es decir, por su capacidad para pensar.

No obstante, es curioso que cuando hablamos de pensadores famosos, la mayoría se refiere a Sócrates, Platón y Aristóteles. Muy pocos, identifican los miles de pensadores que han sucedido a los clásicos y, pareciera, que el oficio de pensar hace parte de la historia pero no del presente. 

¿Qué es el pensamiento?

El pensamiento puede definirse de tres maneras: como capacidad, como actividad o como producto de la mente. 

• Pensamiento como capacidad: es disponer del talento o tener la cualidad de poder pensar bien.
• Pensamiento como actividad: realizar algunas de las operaciones mentales tales como recordar, reflexionar, analizar, comprender, imaginar, proyectar, intenciones, etc.
• Pensamiento como producto: el conjunto de ideas, conceptos o frases que se producen con las actividades del pensamiento.

En resumen, el pensamiento es tremendamente poderoso, porque es el núcleo de muchas de las actividades humanas y ha sido el motor de gran parte de nuestra producción intelectual y cultural.

¿Para qué sirve el pensamiento?

Desde el punto de vista de nuestro proyecto de vida y de la búsqueda constante de la felicidad, el pensamiento, el pensar, nos sirve para:

• Sabiduría: capturar nuestra percepción de lo que nos ocurre o lo que vivimos y convertirlo en experiencia de vida, con su componente de aprendizaje y sabiduría.
• Autonomía: tomar distancia de lo que nos ocurre o de lo que hacemos; nos sirve para tener independencia de las personas o de las circunstancias que nos rodean.
• Realización: preparar nuestra ruta o las actividades y recursos que necesitamos para salir adelante con nuestros proyectos personales.
• Integridad: tomar decisiones que sean coherentes con nuestros valores y criterios, así como para muchos otros propósitos.
  

En fin, el pensamiento es una valiosa herramienta para diseñar y vivir nuestro propio proyecto de vida. 

El pensamiento no lo es todo

Sin embargo, ten en cuenta que el pensamiento no es la realidad. Por eso, nunca me cansaré de decirte: ¡Vive tu proyecto de vida! Que no se quede en pensamiento.

Igualmente, te sugiero tener cuidado con aceptar incondicionalmente los pensamientos de los demás porque no son tus pensamientos, pueden tener intereses encubiertos que tú no conozcas y porque no son la realidad.

Aún más, cuídate de confiar demasiado en tus propios pensamientos porque muchas veces involucran distorsiones, filtros o interpretaciones que hacemos de la realidad.

Una persona inteligente, se acostumbra a sospechar o, por lo menos, a no confiar demasiado en todo lo que se le va ocurriendo o le van diciendo; por ejemplo, se ha comprobado que nuestros recuerdos son frecuentemente distorsionados y que la percepción de lo real, a veces, resulta remplazada por las ideologías y la propaganda.

Piensa para tu bien

Muchos de los grandes pensadores del pasado, pero también de esta época contemporánea, nos han enseñado a pensar en su justa medida, es decir, pensar cuando hay que hacerlo y suspender el pensamiento cuando es apropiado. 

Incluso, hemos aprendido que el silencio, la presencia consciente, la reflexión, la meditación y la oración, son costumbres valiosas para desarrollar el potencial de nuestro pensamiento sin pensar demasiado.

¿Cuándo conviene suspender el pensamiento?

Te recuerdo: no dejes que mis pensamientos sean tu verdad sin, antes, haber reflexionado sobre ellos. Ahora bien, me parece que hay momentos en que es mejor no pensar… demasiado:

1. Comprender: cuando dialogas con alguien y esa persona está hablando; por favor, escúchala sin estar pensando en que vas a decirle, cómo vas a refutar lo que dice, etc.
2. Aprender: cuando escuchas un experto en un tema en el que tú no eres experto; ten mente abierta, comprende lo que dice y sigue el hilo de su explicación.
3. Orientarte: cuando te habla una persona que te ama y quiere aconsejarte; descubre una forma distinta de ver las cosas y de percibir tus actuaciones y ya, más adelante, podrás pensar al respecto.
4. Gozar: cuando estás viviendo algo verdaderamente bueno o cuando estás disfrutando uno de esos regalos asombrosos de la naturaleza o la generosidad de tu prójimo; ábrete a recibir el regalo de la vida y goza ese precioso momento… sin tener que pensar.
5. Apasionarte: cuando estás entusiasmado, inspirado o muy motivado; disfruta la energía en acción y entrégate completamente a la tarea que disfrutas.
6. Cuidarte: cuando estás realizando una actividad muy riesgosa; concéntrate en tu cuerpo, en tus movimientos, en las circunstancias que te rodean, en tus reacciones. No te distraigas pensando.
7. Fortalecerte: cuando te invade la inseguridad, la angustia, la ansiedad, el dolor, el estrés o la tristeza, como resultado de pensamientos que aceptas y consientes; en estos casos, desecha esa carga negativa de pensamientos, sonríele a la vida y toma medidas para llenarte de poder interior.
   

En conclusión:

• Elige adueñarte de tu pensamiento
• Cuida lo que aceptas poner en tu cabeza
• Toma distancia crítica de tus propios pensamientos y de los ajenos 
• Siempre cultiva tu maravillosa capacidad para pensar y para dejar de pensar, cuando sea necesario.

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¿Cómo soluciono este problema?

Cuatro secretos para tomar el control de los problemas… Y ¿Quién no los tiene?

Todos los problemas sólo tienen dos componentes: situación y solución. Tú puedes controlar los problemas en tu vida, adoptando cuatro herramientas que dependen de ti.

Haz de los problemas una oportunidad para fortalecer tu proyecto de vida y construir tu felicidad. 

¿Cuál es tu actitud ante los problemas?, ¿Qué dicen las personas que te conocen, acerca de la manera como tú enfrentas los problemas?, ¿Cómo te cambiaría la vida si resolvieras ya los 3 problemas más importantes?

Hace muchos años, un tutor me dijo que yo tenía la creencia de que los problemas eran callejones sin salida y no situaciones que podían ser solucionadas.

Si eres estudiante, sabrás que muchas de las tareas del colegio o los trabajos de la universidad consisten en resolver problemas: de matemáticas, de física, de química, de filosofía, de administración, etc. Y es que la educación se toma en serio eso del análisis y solución de problemas; incluso muchos educadores prefieren plantear “situaciones” a sus estudiantes, en lugar de referirse a “problemas”.

En tu trabajo, siempre se te están presentando problemas a los que debes darle alguna solución lo más rápido que puedas; o problemas que debes escalar a tus superiores, si no cuentas con la autoridad o las competencias para resolverlos.

En tu familia, comprenderás que una fuente importante de problemas son los asuntos de la vida cotidiana: echar la ropa sucia en el canasto, organizar la habitación, soltar el inodoro, llevar los platos a la cocina, organizar el garaje, apagar la luz, bajarle a la música, encontrar algún objeto, etc. Tal vez, estos asuntos sean el origen de tus problemas y no tus padres o hermanos.

Y es que pareciera que estamos rodeados de problemas como la inseguridad, la economía, el tráfico, la falta de tiempo, la corrupción, el cambio climático, la violencia y muchos otros.

Definición de problema

Creo que desde pequeños y a lo largo de nuestra vida vamos aprendiendo a ver los imprevistos, los obstáculos, la diversidad o las variaciones de lo normal, como problemas.

En términos generales un problema es cualquier situación que requiere una solución, es decir que hay dos componentes valiosos: situación y solución. Eso es un problema; ni más ni menos.

Si tú te enfrentas a un problema, te recomiendo que cumplas dos etapas:

• Situación: puedes describir momentos, lugares, personas, hechos, datos, ambiente, objetivos, causas, factores.
• Solución: puedes considerar alternativas, opciones, fórmulas, procedimientos, beneficios, costos, respuestas.

De hecho, hemos evolucionado como especie gracias a que millones de nuestros antepasados, tuvieron que solucionar las diferentes situaciones y retos de su vida anónima para nosotros. 

Igualmente, toda la cultura humana ha sido creada como soluciones a diferentes situaciones que vivieron sus creadores. Esto lo saben muy bien, los historiadores, los arquélogos y los antropólogos. 

Sin problemas no habría homo sapiens ni cultura humana.

Los problemas en tu vida

Más aún, tú no serías lo que eres hoy si no fuera por los problemas que has solucionado en tu vida; has crecido y te has hecho más fuerte solucionando problemas. Recuerda tu experiencia: puedes superar los problemas y encontrar salidas adecuadas.

Pero también, posiblemente, debas aceptar que no eres más de lo que hoy eres, porque has evitado, has eludido o has ocultado problemas, que tú podrías haber resuelto a tiempo.

Cuatro condiciones para solucionar tus problemas

Por eso te invito a que, a partir de este mismo momento, tomes el control de tus problemas y te hagas dueño de tu vida, eligiendo tu: 

1. Actitud: piensa que tienen solución, emociónate con el reto y el triunfo que implican, y comprométete con resolverlos de verdad.
2. Emociones: identifica tus emociones y sentimientos relacionados con tus problemas, haz una lista y comprende cómo cada una de ellas te impide o te facilita hallar soluciones; aprende de ellas pero no te dejes ahogar por ellas.
3. Decisiones: comprende la situación en la que se manifiestan los problemas y halla más de una solución, esto es, establece alternativas y opciones; considera tus valores, necesidades y objetivos; revisa las consecuencias de las posibles soluciones.
4. Acciones: ejecuta las soluciones, empezando por la más viable o la de mayor impacto; no te quedes en el análisis de la situación porque tu compromiso es la solución, ojalá clara, contundente y definitiva.

Tú y las personas que amas serán los beneficiados con las soluciones que tú logres a los problemas.

¡Te deseo lo mejor!

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¿A dónde te lleva el sacrificio?

Nueve habilidades para hacerte más fuerte con el sacrificio 

El sacrificio puede ser bueno o malo en tu proyecto de vida; dos significados del sacrificio, ejemplos de deportistas que han logrado mucho a base de sacrificios y nueve habilidades para el éxito que puedes aplicar al estudio, al deporte, al amor o a los negocios.

¿Cuál fue la última vez que lograste algo muy valioso con sacrificio?

¿A qué personas admiras por su capacidad de sacrificarse?

¿Cómo puedes fortalecer tu capacidad para sacrificarte que no sea en vano? 

Nos gusta el sacrificio en el deporte

Cantos en las tribunas, jugadas espectaculares, velocidad, precisión, triangulación, goles, abrazos y triunfo. Son las señales de un partido de fútbol que de verdad vale la pena; detrás del triunfo, están los jugadores que han entrenado y lo han dado todo en la cancha.

Pero, nada más frustrante que ver tu equipo de fútbol desanimado, entregado en la derrota o sin una gota de sacrificio. Hasta los mejores equipos, han tenido sus tardes oscuras, en las que los hinchas se han disgustado por la falta de sacrificio y pundonor deportivo de algunos jugadores.

¿Qué significa el sacrificio?

Puede ser que la palabra sacrificio te evoque un ritual en la selva, una matanza, una acción repugnante, o un acto de abnegación por amor. El sacrificio es una de esas palabras con significados positivos y negativos; el sacrificio es, en realidad, algo que muy pocos quieren pero que la gran mayoría admiramos.

Digamos que el sacrificio es como una moneda y tiene dos caras:

Por un lado, el sacrificio puede ser absurdo y contra la naturaleza. Por ejemplo, piensa en el sacrificio de un niño o joven cuando tiene que ir todos los días a un colegio donde no se siente a gusto, donde lo maltratan o donde lo marginan. Tal vez sus padres o maestros, le dirían equivocadamente, "tienes que sacrificarte para ser alguien en la vida"; no obstante, en ese sacrificio el niño o joven podría estar debilitándose, destruyendo su auto estima y enfermándose gravemente.

Por otro lado, el sacrificio es la marca de los héroes, de los campeones y de los triunfadores. Algunas de las mejores lecciones de vida, las puedes encontrar en deportistas que han sido campeones gracias a altas dosis de sacrificio en su vida; por ejemplo:

• Esteban Chaves: ciclista, sufrió un grave accidente en el 2013, golpeándose contra una señal de transito en plena carrera: sufrió múltiples fracturas y quedo "medio muerto", como él mismo dijo. Después de una larga cirugía, meses de terapias, mucho dolor y desafíos, como tener que aprender a utilizar su mano izquierda para comer, escribir y peinarse, volvió a ganar contra los peores pronósticos.
• Caterine Ibargüen: atleta, proviene de un hogar muy pobre y tuvo que asumir la soledad, el distanciamiento de su familia y grandes sacrificios para llegar a ser campeona mundial en el salto triple.
• Usain Bolt: atleta, hijo de un humilde tendero; a los 16 años se coronó campeón mundial juvenil, pero en el 2004, luego de su primera participación en los Juegos Olímpicos, comenzó a sufrir una desviación de columna. Sometiéndose a penosos tratamientos y enormes sacrificios, pudo regresar al deporte, establecer varios records mundiales y ganar muchos oros olímpicos.
• Michel Phelps: nadador, el atleta olímpico con más medallas de toda la historia, fue suspendido en el 2014 por manejar bajo los efectos del alcohol; su inactividad le generó una depresión profunda e ideas suicidas. No obstante se recuperó con gran determinación y volvió a brillar en los pasados Olímpicos. 

¿Qué tan valioso es sacrificarse?

Creo que la diferencia está en el significado que tú le des a los sacrificios en tu vida:

1. Inútiles: Si se trata de un sacrificio relacionado con el sometimiento a circunstancias desfavorables o personas abusivas, y tu no haces nada por evitarlas o cambiarlas, es un sacrificio que difícilmente te va a servir. Con esta connotación, sacrificándote pierdes tu vida, te desvalorizas y te empequeñeces, al servicio del proyecto de vida de otros. No vale la pena un sacrificio así.
2. Valiosos: En cambio, si hablamos de un sacrificio que tú asumes por tu proyecto de vida, por una causa valiosa, por una meta retadora, por tu generosidad para con los demás, por el amor, por tus sueños, es un sacrificio que te conduce al logro de tus sueños. El sacrificio, en este sentido, es un camino de transformación, de crecimiento, de fortaleza y grandeza. ¡Vale la pena que te sacrifiques por algo valioso!

También nos sacrificamos todos los días

Pero en la vida, no sólo nos vemos enfrentados a grandes sacrificios, sino a constantes pequeños sacrificios de todos los días: trasnochar y levantarnos temprano, cumplir horarios, tener poco tiempo para comer o para descansar, disponer de poco dinero, largas jornadas de estudio o trabajo, dejar de ir a fiestas, cuidar un hijo enfermo, etc. Y estos pequeños sacrificios, asumidos con generosidad y esperanza, son los que te harán grande en tu vida, son los que harán de ti un verdadero héroe y son los que darán un importante significado a tu vida.

Aunque he descrito dos caras de la misma moneda, llamada sacrificio, quiero decirte que tú eres el único que tiene derecho a darle un significado positivo o negativo a los sacrificios que la vida te presenta y sólo tú tienes derecho a decidir cuáles sacrificios harás en tu vida.

Por eso, te invito a desarrollar tu capacidad para asumir sacrificios positivos, en pos de tus ideales, y para rebelarte contra el sacrificio negativo, que te daña y sólo beneficia a los abusivos.

¿Cómo transformar el sacrificio en éxito y triunfo?

Si quieres desarrollar tu capacidad de sacrificio positivo que te permita hacer realidad tus sueños, adopta algunas recomendaciones de la psicología deportiva:

1. Elige y conserva una actitud positiva.
2. Cultiva un alto nivel de auto-motivación.
3. Fija objetivos altos y realistas.
4. Relaciónate efectivamente con los demás.
5. Háblate a ti mismo con mensajes positivos.
6. Utiliza imágenes mentales positivas.
7. Maneja la ansiedad.
8. Maneja tus emociones.
9. Conserva el foco y desarrolla tu concentración.

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¿Quieres leer acerca de las nueve habilidades de los atletas exitosos?

Lee "The Nine Mental Skills of Successful Athletes" del Doctor Jack J. Lesyk, en el Centro de Psicología Deportiva de Ohio