jueves, 2 de noviembre de 2017

Utiliza tus emociones para saltar más alto y mejor

Tu vida emocional y afectiva puede jugar a tu favor.


La vida emocional se parece a una visita a una feria de diversiones; puede ser divertida o aterradora. Lo que haces con los altibajos de tu vida, determina tus resultados en tus proyectos personales.


¿Qué te hace sentir contento?, ¿Qué despierta en ti la esperanza y las ganas de mejorar?, ¿Qué haces cuando te sientes desanimado, estresado o frustrado? 

Los fanáticos de cualquier deporte se sienten eufóricos y felices, cuando su equipo favorito gana un juego o un partido, y desalentados cuando lo pierde.

En el verano, en los fines de semana o en los días festivos, nos sentimos más tranquilos o contentos que en los días ordinarios, cuando podemos llegar a sentirnos decaídos.

Cuando estamos saludables tendemos a sentirnos optimistas y cuando estamos enfermos nos podemos entristecer o deprimir.

Así, en el juego de la vida, a veces ganamos y otras veces perdemos; vivimos nuestros propios veranos y también nuestros inviernos; gozamos la salud y padecemos la enfermedad. 

Nuestra vida emocional y afectiva tiene muchos altibajos


Nuestra vida normal incluye muchas circunstancias distintas, unas positivas y otras negativas, dependiendo de nuestras expectativas, actitudes y respuestas.

Cuando la vida nos muestra su cara bonita o agradable, cuando dice sí a nuestros deseos, cuando las cosas marchan como queremos, nos sentimos tranquilos, optimistas o entusiasmados.

En cambio, cuando experimentamos la dureza de la vida, cuando nos tropezamos con muchos no, cuando se nos cierran las puertas, cuando las cosas no salen como queremos, nos sentimos frustrados, molestos, tristes o desanimados. 

Hablamos de sentirnos en las alturas o en las profundidades para referirnos a nuestros sentimientos más extremos, pero en este constante ir y venir de la vida, en este continuo subir y bajar de nuestras emociones, los altibajos de nuestra vida emocional son normales.

¿Qué haces con los altibajos de tu vida emocional?


Suponiendo que tú tienes algunos proyectos personales y que estás luchando por conseguirlos, el manejo de los altibajos emocionales y afectivos, determina significativamente tus resultados y tus logros.

Hay diferentes metáforas que pueden ayudarte a describir el impacto de los altibajos en tu proyecto de vida. Imagina que estás en un parque, una feria o un centro deportivo, con un propósito distinto a divertirte:

Toro mecánico: la vida te zarandea bruscamente y aunque trates de mantenerte bajo control, terminas soltándote y cayendo. Te basta con un solo intento para saber que, con los avatares de tu vida, siempre caes y por eso no te vuelves a montar. El toro mecánico con sus altibajos, te hace abandonar tu proyecto tarde o temprano.

Montaña rusa: Te montas en el tren, tu vida transcurre por una secuencia de subidas calmadas y bajadas vertiginosas, curvas bruscas y momentos de calma. Después de dos o tres vueltas por el trazado, con tanto movimiento en tu vida, puede ser que te sientas asustado o mareado y quieras bajarte. El hecho es que sea lo que sea, te bajas en el mismo punto donde te subiste; hiciste un gran recorrido, bien planeado, pero en realidad no avanzaste.

Balancín: en el parque de la vida, con tu socio, con tu pareja, con tu compañía o con tu competidor, te montas en el balancín. Cuando tú subes, él o ella baja; cuando él otro sube, tu bajas. Tu vida transcurre con la referencia de la otra persona; dependiendo de cómo ella se sienta, tú te sientes. Hay una especie de acuerdo emotivo entre ambos, independientemente de lo que sucede con tu proyecto de vida. Con tus altibajos, dependiendo de otra persona, también permaneces en el mismo punto y no avanzas en tus proyectos.

Columpio: te subes al columpio y te meces hacia adelante y hacia atrás. Cada vez coges más fuerza y velocidad, subes más alto y bajas lo mismo; vas de adelante hacia atrás y regresas nuevamente. Tu vida emocional o afectiva te columpia, no cambia tu situación, sólo te distrae. Tu proyecto parece avanzar tanto como retroceder, subir tanto como bajar. Al final, te bajas también en el mismo punto.
emociones, altibajos, afectividad, empezar de nuevo
Vista en psicoactiva.com

Carros chocones: te montas en tu propio carro, sólo o acompañado, con los mejores deseos de hacer tu mejor papel pero con una gran incertidumbre. Tan pronto inicia tu trabajo, se presentan dificultades con tu carro o te chocan bruscamente. Te mueves, vas de aquí para allá, eludes algunos ataques y te asestan otros; tus emociones dependen de los choques y del conflicto con otros. Los estrujones en la vida pueden ser divertidos o dolorosos. Al final, te bajas del carro con una sonrisa, pero sólo diste vueltas.

Trampolín: ahora, en lo alto de una piscina, avanzas sobre la tabla algunos pocos pasos, el trampolín se mueve peligrosamente y sientes que podrías caer; los altibajos emocionales podrían hacerte fracasar en tu intento, pero logras tomar el control de tus movimientos y te sincronizas con el trampolín. En un lapso de tiempo, subes y bajas; ya no te sientes en peligro, amenazado o inseguro. Cuando has ganado suficiente impulso te dejas ir y haces tu mejor salto; no es un salto al vacío. La piscina te espera y para esto has entrenado.
voluntad, emociones, altibajos, razón
Vista en psicoactiva.com
 

Haz que los altibajos afectivos y emocionales sean tu trampolín


El secreto para hacer un buen salto en el trampolín es mantenerte derecho, sin desviarte hacia ningún lado, aceptar los altibajos de la vida, y saltar aprovechando el impulso de las circunstancias y de tu vida.

Te invito a mirar con otros ojos los altibajos emocionales o afectivos, que no podemos eludir ni impedir en nuestra vida, para que puedas reconciliarte con ellos, aceptarlos y aprovecharlos para impulsarte.

Muchos de los mejores profesionales, empresarios o líderes, se han caracterizado por mantener el equilibrio en los altibajos, esperar con calma y usar la fuerza de abajo hacia arriba para sacar adelante su proyectos.

Convierte tus emociones en mociones para tu proyecto de vida


Convertir las emociones en mociones es lo que hacen los legisladores, los miembros de juntas directivas, los miembros activos de cualquier entidad participativa. Ellos experimentan diversos sentimientos, a veces contradictorios, frente a un tema particular; no se quedan atrapados en su vida afectiva o emocional sino que van al siguiente nivel.

Es el nivel donde las emociones son interpretadas y transformadas en sugerencias o proposiciones para ser analizadas y sometidas a deliberación, con la fuerza de la razón y el poder de los argumentos.

Convertir las emociones en mociones es una habilidad para no dejarse desviar por las vicisitudes de su vida emocional o afectiva, de tal manera que terminemos por abandonar nuestros proyectos o realizarlos por debajo de nuestras capacidades.

Convertir las emociones en mociones es no someterse a la dictadura de las emociones sino comprender y aprovechar su energía para potenciar nuestro esfuerzo y lograr los mejores saltos en nuestro proyecto de vida.
emociones, acción, razón, deliberación, moción
Vista en psicoactiva.com

¿Cuál es tu forma de responder a los altibajos emocionales o afectivos en tu vida?

Te invito a compartir esta publicación con otras personas, a señalar tu reacción o escribir tus comentarios con libertad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tus comentarios son muy valiosos. Gracias.