Que tu conciencia individual fortalezca esa gran conciencia colectiva.
La sociedad actual, con todos sus problemas, manifiesta un despertar de la [imperfecta] conciencia colectiva; nuestro reto es recuperar nuestra conciencia individual para poder dejar un mundo mejor a la siguiente generación.
¿Qué haces cada día para cultivar tu conciencia?, ¿Cuándo fue la última vez que hiciste un examen de conciencia?, ¿Qué decisiones has tomado a consciencia en el último mes?
Anoche estuve en una conferencia sobre corrupción, dictada por el Fiscal General de la Nación. Con pocas cifras muy contundentes, nos habló de los principales hechos de corrupción en el país y a lo largo y ancho del continente, para despertar nuestra conciencia de sociedad civil.
Al llegar a mi casa, consulté el interés por el término “Corrupción” en todo el mundo a lo largo del último año, medido como búsquedas web en Google:
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| Interés a lo largo del tiempo en todo el mundo: búsquedas web del término Corrupción Google Trends (08/11/2017) |
Muchos casos de corrupción se publican en los diarios; sabemos que la corrupción no se limita a los funcionarios públicos, a unas pocas empresas, a un gobierno de un país determinado, sino que se trata de un fenómeno generalizado y global.
¿Qué significa todo este escándalo alrededor de la corrupción?
Que el Fiscal General de la Nación haya sido invitado por un grupo de ciudadanos a hablar de corrupción, que la semana pasada represente un punto máximo de búsquedas en Internet sobre corrupción y que los noticieros constantemente nos estén informando sobre hechos de corrupción, significa que hay una conciencia creciente en torno a la gravedad de este fenómeno.
Dicho en otras palabras, mientras más corrupción hay, más conciencia ciudadana se despierta.
La “conciencia” es nuestra capacidad para:
- Estar presentes en el mundo, en el aquí y en el ahora
- Cuestionar nuestras acciones u omisiones
- Descubrir maneras creativas de construir un mundo mejor
¿Recuerdas que antes se hablaba de “la voz de la conciencia”?
La voz de la conciencia es nuestra capacidad para saber cuando hemos obrado bien y cuando hemos obrado mal. Es una voz sin palabras, muy dentro de nosotros mismos, que puede ser apagada por modas que desconocen su importancia o tendencias que la evitan, porque no les conviene.
En la formación espiritual que algunos recibimos, se nos invitaba a escuchar la voz de la conciencia todas las noches para revisar cómo había sido nuestro día y descubrir los cambios que deberíamos hacer para el nuevo día.
Nuestra conciencia está adormecida
Creo que hoy en día hay muy pocas personas que tienen el hábito de silenciar sus pensamientos por un momento y escuchar atentos la voz de su conciencia.
Algunos fenómenos de la modernidad, como las ideologías, la publicidad, las redes sociales y los medios de comunicación, nos han hecho creer que tenemos una conciencia educada porque repetimos lo que dice la mayoría o lo que comparte nuestro grupo de referencia.
Hemos llegado a confundir nuestra conciencia, ese “órgano” espiritual que trasciende credos religiosos o políticos, con la mera concientización acerca de un problema o situación.
La conciencia es nuestro verdadero poder
La verdadera conciencia es una maravillosa herramienta que hemos adquirido a través de miles de años de evolución; nos sirve para conocer nuestra situación y lo que nos sucede, así como para transformar nuestras vidas.
La historia de las religiones, de la filosofía y de la ciencia, es una historia del despertar de la conciencia humana a través de miles de años, que optimiza el poder de nuestra evolución.
A la par de nuestra evolución e historia cultural, los seres humanos hemos construido unos artefactos maravillosos que se llaman principios y valores, que tienen un significado existencial y constituyen factores de sana convivencia.
Cada uno de nosotros, con nuestro proyecto de vida, tiene la oportunidad de aportar nuestra conciencia individual a esa gran conciencia colectiva, capaz de sembrar esperanzas en un mundo caótico y capaz de oponerse a las corrientes más deplorables de nuestra sociedad cuando estamos cimentados en sólidos principios y valores.
Una sana conciencia es:
- Presencia atenta en el aquí y en el ahora
- Autocrítica ante nuestras acciones u omisiones
- Crítica constructiva y creativa frente a lo negativo que sucede a nuestro alrededor.
En la misma línea, se ha dicho en muchos países de América y Europa que no se puede mantener el silencio ante el abuso, la injusticia y la inequidad, sino que se debe manifestar la indignación ante estos males. Y que no basta con la indignación, sino que es necesario apoyar a la justicia y actuar con conciencia ciudadana.
Nuestra conciencia es perfecta, siempre ha estado ahí, y sólo debemos enfocamos en las condiciones que nos permiten escucharla:
¿Quieres despertar [aún más] tu conciencia?
Nuestra conciencia es perfecta, siempre ha estado ahí, y sólo debemos enfocamos en las condiciones que nos permiten escucharla:
- Detener momentáneamente nuestra actividad
- Disponer de algunos pocos minutos para estar con nosotros mismos
- Elegir un lugar tranquilo o tranquilizarnos en cualquier lugar
- Respirar lenta y profundamente, haciendo pausas
- Relajar nuestro cuerpo
- Suspender el flujo de nuestros pensamientos y juicios
- Percibir con nuestros sentidos lo que sucede a nuestro alrededor
- Sentir lo que pasa en nosotros mismos
- Estar en calma
- Escuchar nuestra voz interior y la voz de los acontecimientos
¿Qué te dice tu conciencia que debes cambiar?
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