Cómo llevar a cabo cualquier proyecto productivo.
En algunos supermercados puedes comprar bandejas con pequeños cultivos de lechugas, champiñones o germinados. En casa, tú tomas lo que necesitas, mientras que el resto se mantiene vivo, fresco y sigue creciendo.
¿Qué te gusta hacer?, ¿Cuáles son los productos de lo que te gusta?, ¿A quiénes pueden beneficiar tus productos?
La huerta en casa es una solución relacionada con el cuidado de la salud y la nutrición, compatible con los pequeños espacios de nuestras viviendas urbanas.
Pero esta solución está llegando con éxito a los compradores porque se apoya en nuestro gusto por cultivar. Las plantas en casa, la jardinería, la horticultura y la agricultura son manifestaciones de nuestro pasado de recolectores, sembradores y cosechadores.
Así como algunos prefieren cultivar plantas, otros crían animales, son artesanos, construyen vías o edificaciones, prestan servicios, producen obras de arte, etc. En el vivir social, se intercambian los proyectos productivos de los individuos.
Un proyecto es, básicamente, la manera de llevar a cabo algo que se quiere hacer.
¿Para qué es un proyecto productivo?
La finalidad de cualquier proyecto productivo es crear algo que puede ser consumido, usado o intercambiado.
Por ejemplo, una huerta casera es para el consumo de vegetales frescos en la familia; un pequeño armario, es para ser usado en nuestra casa o la de un conocido; una línea de vestidos de baño es para ser vendida en un mercado.
¿Qué es un proyecto productivo?
Un proyecto productivo es el conjunto de actividades y recursos necesarios para crear bienes o servicios con algún valor.
Por ejemplo, la huerta casera involucra semillas, materas, tierra u otro soporte, nutrientes, agua, luz, aire, siembra, riego, cuidado, cosecha.
¿Cuáles son algunos factores importantes del proyecto productivo?
Si tú quieres desarrollar un proyecto productivo, te invito a que tengas en cuenta:
Tus gustos: embárcate en algo que disfrutes hacer.
Tus capacidades: conocimientos, habilidades y destrezas que tienes o que puedes desarrollar.
Los productos: bienes o servicios que te gusten o que gusten a otros.
El valor: necesidades que resuelven los bienes o servicios que quieres producir o las nuevas oportunidades que generan.
Los destinatarios: las personas que se benefician al consumir, usar o comprar tus productos.
Todo proyecto productivo, desde el más elemental al más sofisticado, te hace crecer como persona porque tú mismo te transformas cuando eres productivo.
Hay ansiedades, soledades o sinsentidos que se resuelven o se hacen más llevaderos con un proyecto productivo o con cualquier proyecto personal.
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