Elige las relaciones con tu entorno.
Así como hay plantas de sombra y hay plantas de luz, que depende de donde la pongas, crecerán bonitas o no, hay personas que prefieren la tranquilidad de su habitación y otras que disfrutan la actividad del exterior.
¿En qué aspectos has mejorado?, ¿Qué has hecho para mejorar?, ¿Cómo han influido los demás en ti?
Para cualquier ser vivo es muy importante el lugar donde permanezca; esto es igualmente importante, para nosotros los seres humanos.
Porque el sitio en el que vivamos y los espacios en los que nos movamos, nos modelan, nos hacen y definen nuestro potencial.
¿Cómo puede ser esto?
Las personas, y todos los seres vivos, somos organismos que se producen a sí mismos. Esto sucede biológicamente a nivel molecular.
En el plano social, los seres humanos nos hacemos a nosotros mismos a través de la manera como interactuamos con nuestro entorno.
El conjunto de tales interacciones, y las situaciones que vivimos, se encadenan en nuestra vida, construyen nuestra historia personal y social, y se repiten de manera recurrente; es el ciclo de creación vital.
El ciclo de creación vital
Está conformado por las interacciones que eliges; tiene un alto impacto en lo que eres y en tu potencial:
Estar: los sitios donde permanezcas, donde estudies, donde trabajes y donde convivas, determinan en gran medida tus acciones.
Actuar: lo que hagas, tus actividades, tu movimiento, tu trabajo, tus pasatiempos, determinan tus resultados.
Tener: las cosas que compras, lo que tienes, tu casa, tu ropa, tus accesorios, los bienes que usas, tus valores, tus amigos, influyen en tus creencias.
Creer: lo que aceptas como cierto, los conceptos que descubres, la manera como piensas de ti mismo y de tu vida, determina tu poder interior.
Poder: tu talento, tus habilidades, tu aprendizaje, tu persistencia, tu confianza en ti mismo y en los demás, determinan tu capacidad para transformar el mundo en el que vives y tu potencial.
El ciclo de creación vital se repite una y otra vez. A través de este ciclo vas evolucionando y te vas haciendo cada vez mejor [o peor, depende de tus decisiones].
Aunque se repite, nunca es exactamente igual, porque lo que produce en ti y en tu entorno, cada vez le da un “nuevo sabor”.
Vive a conciencia y con responsabilidad tu propio ciclo de creación vital: elige estar, elige actuar, elige tener, elige creer y elige tu poder.
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