¡Gózate la vida!

Más allá de tu pasión, más allá de la alegría, encuentra el gozo auténtico.

El gozo es una experiencia vital que va más allá de la alegría y señala el material con el que debes construir tu proyecto de vida para tu felicidad. 

¿Cómo experimentas el gozo en tu vida?, ¿Con quiénes gozas más?, ¿Cuáles son las actividades que te hacen gozar?

¡Qué maravilloso presenciar un amanecer o la puesta del sol!, ¡Qué bello es encontrar un torrente o una cascada de agua pura en la montaña!, ¡Qué delicia compartir un vino o un café con los seres queridos en una tarde plácida!, ¡Qué rico es entregarnos un fin de semana a nuestro pasatiempo favorito!, ¡Qué fortuna consentir y jugar con nuestros hijos una mañana de domingo!

Todo eso que nos causa una profunda alegría, verdadero gozo, esto es, alegría genuina porque es vivida íntimamente, en lo más profundo de nuestra alma,… o corazón.

El gozo es una experiencia vital que va más allá de la alegría porque no depende de una actividad externa. Se puede gozar en el estudio, en el trabajo o en el ocio; se puede gozar haciendo algo o sin hacer nada; se puede gozar momentos del presente, recuerdos de lo vivido y esperanzas de lo amado.

Pero para gozar auténticamente debes abrirle la puerta al gozo en tu vida… Es una puerta que está al finalizar el corredor de la alegría; ahí está para todos.

Hay una cosa curiosa: gozo también es la llamarada que levanta la ceniza y la leña pequeña que está muy seca y liviana. Imagina que estás sentado frente a una fogata y ves que algunas llamas son particularmente brillantes y potentes como para hacer salir por el aire pequeñas partículas de ceniza y leña; ese fuego lo llaman gozo.

Por eso el gozo es más que alegría, es pasión; pero es aún más que pasión, es alegría, pasión y entusiasmo juntos. Cuando gozamos nos sentimos invadidos, así sea un breve rato, por una energía positiva que inunda nuestra vida y nos dispone a sacar lo mejor de nosotros mismos.

El gozo es la emoción causada por el encuentro entre el ser maravilloso que eres y el potencial que tienes. Lo que eres aquí y ahora, con todo lo positivo y lo que debes mejorar, en un momento dado, se conecta con tus capacidades y potenciales, con tu vocación, con tu propósito, con tu misión única y personal.

Dicho en otras palabras, lo que te cause gozo, más allá de la alegría que puedas exteriorizar, tómalo en serio porque es algo que es muy tuyo y contribuye a aclarar la senda de tu proyecto de vida.

Hay cosas que te brindan experiencias de gozo a ti y no a otra persona; esas cosas son importantes señales para que puedas confirmar o rectificar el camino que sigues, la carrera que piensas estudiar o que estás estudiando, la profesión que ejerces o el estilo de vida que tienes.

Imagina que el gozo es una llamarada que surge de aquellas actividades o situaciones que vives como parte de tu vocación o tu razón de ser. Al iluminarse, esas actividades y situaciones tienen un especial realce porque, de hecho, constituyen los materiales con los que has de construir tu proyecto de vida.

Con frecuencia leo que hay que seguir nuestra pasión; así dicho en singular, como si sólo tuviéramos una pasión y confundiendo muchas veces pasión con deseo. Con esa consigna de seguir nuestra pasión, he visto muchos hogares destruidos, carreras abandonadas, patrimonios dilapidados… Algo como la parábola moderna del hijo pródigo.

No me opongo que hagas cambios radicales en tu vida si los necesitas. Eso sí, te sugiero que descubras muy bien cuáles son las actividades o contemplaciones que te causan gozo verdadero y duradero.

Si eso que te causa gozo, está a tu alcance no tienes que hacer cambios drásticos; si no suele estar a tu alcance, haz los ajustes necesarios para poder vivir tu gozo con mayor frecuencia. No tienes que tirar tu vida por la ventana para gozar de verdad.

¿Qué puedes hacer para gozar más tu vida?, ¿Para aprovechar las oportunidades de gozo que la vida te brinda? 

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