domingo, 31 de diciembre de 2017

Cambia tu look

Cuatro pasos para definir “¿Quién quiero ser?”.


Identificar lo que tú valoras en tu vida, elegir lo más importante y resumir todo en unas pocas frases, puede ayudarte a encontrar un nuevo look en tu proyecto de vida.


¿Qué cambios has hecho en tu vivienda u oficina en el último año?, ¿Qué cambios has hecho en tu estilo de vida recientemente?, ¿Qué cambios físicos te has atrevido a hacer?

“Cámbiame el look” es la versión latina de “How do I look?” de E! Un equipo de especialistas ayuda a las participantes a proyectar una imagen renovada, a veces sorprendente, cambiando su actitud, las prendas que usan y la manera como se arreglan. 

Bienestar, cambiar, felicidad, hacer, proyecto de vida, proyectos personales, ser, tener, vivir bien

Yo también quiero cambiar el look de mi blog, manteniendo la calidad del contenido, haciéndolo más corto para que un adulto pueda leer cada post en un minuto o poco más.

Por otra parte, aunque los lectores de este blog son hombres y mujeres, cada día voy a ir alternando mi redacción, dirigiéndome un día a mujeres y otro a hombres, independientemente del tema que trate. 

Cuando te preguntas “¿Quién quiero ser?”, abres la puerta para un profundo cambio de look que puede tener un positivo impacto en ti y en quienes te rodean.

Cualquier día es oportuno para preguntarte “¿Quién quiero ser?”; por eso, hazte la pregunta de manera frecuente.

Publicado originalmente por John Jaxheimer, de 

Villency Design Group, CanvasTote Cinemagraph


¿Quieres comenzar hoy? ¡Manos a la obra!

Responde la pregunta “¿Quién quiero ser?”, identificando lo que tú valoras en tu vida. Para ello, por favor, sigue estos cuatro pasos:

Paso 1. Haz una lista de todos los aspectos que sean importantes en tu vida actual, independientemente de si los tienes o no:
  • Escribe diez cualidades, características, valores o actitudes personales.
  • Agrega diez actividades, pasatiempos, aficiones o trabajos; revisa si debes completar tu primera lista.
  • Finaliza con diez bienes, recursos materiales o cosas: revisa si necesitas completar las listas anteriores.

Paso 2. De toda la lista, escoge máximo diez aspectos: los que sean más importantes para ti.

Paso 3. Agrupa los aspectos similares y escribe un nombre o título para cada grupo.

Paso 4. Para terminar, escribe una frase, lo más corta posible, que describa todos los aspectos similares que están en el mismo grupo. 

En unas pocas frases estará tu respuesta a “¿Quién quiero ser?”.

Ese es el look que tú quieres tener. ¡En tus manos está lograrlo y mantenerlo!

Guarda el documento para consultas o modificaciones.

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viernes, 29 de diciembre de 2017

Cinco trucos para descubrir el engaño

No te engañes con la pregunta “¿Quién soy?”.


Eres auténtico, único e infinito en posibilidades, pero hay cinco moldes que pueden engañarte y bloquear tu proyecto de vida.


¿Quién eres?, ¿Quién quieres ser?, ¿Quién debes ser?

Cuando todavía estaba en el colegio, tuvimos una convivencia con las estudiantes de otro colegio; una de las dinámicas inició con la pregunta “¿Quién soy?”. Acostumbrados a presentarnos por nuestro nombre, edad y rol, el primero contestó algo así: “Soy Juan Pablo, tengo 15 años y estoy en cuarto de bachillerato (en ese tiempo, se decía así y equivale al 9° grado de ahora).

La coordinadora de la actividad lo cuestionó: “¿Eso eres?” y se dirigió a todo el grupo: “Yo no les he pedido que digan su nombre, ni su edad ni lo que hacen… Quiero que me digan quién son.” Y agregó: “Si sus papás les hubieran puesto otro nombre, ¿Serían otra persona distinta?, el año pasado que tenían un año menos, ¿Eran otro diferente?, o cuando vayan a la universidad, ¿Ya no serán ustedes?”.

Y finalizó: “Quiero que todos contesten la pregunta de ‘Quién soy’ pero desde el fondo de su corazón… Ahora sí, dinos Juan Pablo: ¿Quién eres?”.

No recuerdo lo que él contesto. Lo que sí recuerdo es que muchos no supimos qué responder o inventamos respuestas insólitas, filosóficas o rebuscadas para salir del apuro. Al final, cuando sonó la campana, así era de verdad, nos sentimos aliviados al dar por terminado el ejercicio.

Quién soy, emociones, sentimientos, pensamiento, conciencia, intuición, intereses, reflexionar

La pregunta más valiosa con respuestas insignificantes


Por siglos, la humanidad se ha preguntado en boca de filósofos, artistas, gobernantes, educadores y ciudadanos, común y corrientes, “¿Quién soy?”. Desde la antigua Grecia hasta nuestros días, pareciera ser la pregunta más repetida y más inquietante.

¿Cómo puede ser que durante tanto tiempo la pregunta “¿Quién soy?” se mantenga vigente y abierta para nuevas respuestas?

El hecho es que sí ha sido respondida, pero sólo parcialmente; cada persona, de alguna manera, la ha contestado de acuerdo con su contexto moral, normativo, político, filosófico, es decir, de acuerdo con sus circunstancias históricas. Pareciera que es muy difícil, si no imposible, responderla de manera “objetiva”, sin la distorsión de la situación en la que se vive.

Tal vez, los seres humanos somos todo lo que se ha predicado de nosotros durante siglos y lo que se diga en los venideros; es como si la respuesta correcta fuera el acumulado de todas las respuestas posibles, acotadas cada una por su contexto.

Entonces, nos enfrentamos a la paradoja de tener una pregunta, acaso la más valiosa que nos podamos hacer, con miles de respuestas sesgadas, parciales y de dudosa certeza.

Dicho de otra forma, la pregunta más valiosa la contestamos con opiniones muy poco significativas para todas las personas, independientemente de su época o circunstancias.

No obstante, la humanidad seguirá preguntándose “¿Quién soy?”.

Quién soy, emociones, sentimientos, pensamiento, conciencia, intuición, intereses, reflexionar

Y tú, ¿Quién eres?


Haz de cuenta que hoy estás entre los estudiantes de la convivencia y ya conoces la consigna de la facilitadora de la dinámica. ¿Tú quién eres?

Por favor, haz el ejercicio en este mismo momento antes de seguir leyendo; en tu mente o en un papel registra una respuesta sincera: que tú sepas que es cierta para ti, al menos por ahora.

¿Ya la pensaste?, ¿Ya la escribiste? 

No avances hasta tener mínimo una respuesta a la pregunta ¿Quién soy?

¿Listo?

Ahora que ya tienes por lo menos una respuesta, revísala con los siguientes criterios para que puedas identificar si es “Tu” respuesta o si sólo es “una” afirmación fabricada con algún molde preestablecido.

Cinco trucos para descubrir los moldes del engaño


Muchas veces cuando damos respuesta a las preguntas existenciales más importantes, usamos moldes, hormas o modelos que determinan la forma engañosa como las contestamos.

Como tú tienes al menos una respuesta a la pregunta “¿Quién soy?”, descubre si has utilizado alguno de estos moldes:

1. Creencias de otros: lo que tus padres, tus hermanos, tus amigos, tus profesores, tus guías espirituales, o cualquier otra persona, ya habían dicho de ti y tú lo repites ahora. 

Truco 1: las creencias de los otros sobre ti priman mucho más de lo que tú piensas de ti mismo, si tú puedes alargar tu respuesta con la frase “…, así como me lo dijo fulanito de tal” y descubres que así funciona. 

Por ejemplo: “Soy malo para el estudio o para la lectura, así como me lo dijo mi maestra de primer grado.”

2. Comparación con otros: descubres que tu opinión ha surgido como resultado de compararte con otra persona que tú conoces o con un personajes de la historia. 

Truco 2: tu respuesta es engañosa si tú puedes continuar tu respuesta con la frase “…, así como fulanito de tal” o “… distinto a fulanito de tal”. 

Por ejemplo: “Soy muy sincero y confiable, así como Benjamín Franklin.”, o “Soy normal y poco creativo, distinto a [tu amigo o distinto a] Steve Jobs”

3. Circunstancias: comprendes que tu respuesta está claramente ligada a una situación específica del entorno actual o reciente de tu vida. 

Truco 3: sospecha de tu respuesta si la puedes extender con la frase “…, de manera que [no] puedo aprovechar o resolver tal circunstancia”. 

Por ejemplo: “Tengo mucha iniciativa y soy un emprendedor, de manera que puedo aprovechar o resolver el reto de crear una nueva app.”, o “Soy muy temeroso, poco fuerte, yo diría débil, de manera que no puedo aprovechar o resolver mi relación con Laura”.

4. Emociones o pensamientos: tu afirmación está determinada por sentimientos intensos o por contenidos de tu pensamiento, que hacen parte de tu vida reciente o actual. 

Truco 4: caes en el engaño si puedes ampliar tu respuesta con la frase “…, así como me estoy sintiendo”, o “…, de acuerdo con lo que pienso ahora”. 

Por ejemplo: “Soy muy ansiosa, así como me estoy sintiendo.”, o “Soy un ser de luz, de acuerdo con lo que pienso ahora”.

5. Expectativas: tu declaración está fuertemente determinada por tus deseos, tus sueños, tus aspiraciones o tus expectativas actuales. 

Truco 5: tu respuesta no es del todo cierta si la puedes continuar de manera natural con la frase “…, porque necesito ser así para…”. 

Por ejemplo: “Soy muy disciplinada y fuerte de carácter, porque necesito ser así para enfrentar mi divorcio”.

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Si tu(s) respuesta(s) a la pregunta “¿Quién soy?” ha(n) sido moldeada(s) por alguna de estas variables, te invito a reconocer que hoy tal vez reconozcas como verdadera tu respuesta pero que se trata de “verdades a medias” porque tú eres mucho más que eso. 

Más allá de las creencias de otros sobre ti, de cómo te compares con los demás, de las circunstancias que estés viviendo, de tus emociones, pensamientos o expectativas, eres eso y mucho más que eso, porque eres único e infinito.

Ser único es tener una identidad sin igual, propia e irrepetible.

Quién soy, emociones, sentimientos, pensamiento, conciencia, intuición, intereses, reflexionar

Ser infinito significa que no puedes ser reducido a ninguna respuesta que te den o que tu formules respecto a “¿Quién soy?”, simplemente porque tu valor como persona es mayor que cualquier concepto o característica que te describa.

Quién soy, emociones, sentimientos, pensamiento, conciencia, intuición, intereses, reflexionar

Cambia la pregunta


De hecho tú puedes ser lo que tú te propongas ser, si desarrollas las habilidades necesarias y haces lo que corresponde. 

Por eso, te sugiero que cambies la pregunta de “¿Quién soy?” por la de “¿Quién estoy siendo?”, “¿Quién quiero ser?” o “¿Quién debo ser ahora?”. 

Si tu intuición es la protagonista de tu respuesta, permitiéndote definir quién estás siendo o quieres ser ahora, o si es tu conciencia la que te invita a responder ante las demandas de tu vida, identificando quién debes ser ahora, siempre estarás dando un paso significativo para hacerte más dueño de tu vida, para vivir TU proyecto de vida.

Eso sí, cuando tengas la respuesta de quién quieres o debes ser ahora, vuelve a preguntarte si se trata de una respuesta generada por ti mismo, auténticamente tuya, o si ha sido elaborada o modelada con uno de los cinco moldes preestablecidos y no la sientes como tuya de verdad.

Tu reto es ser auténtico, único e infinito en posibilidades. No dejes que nadie ni nada te engañe con falsas o miopes respuestas.

Ahora, responde rápidamente: ¿Quién quieres o debes ser?. Más adelante podrás elaborar tu respuesta.

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miércoles, 27 de diciembre de 2017

La mejor herramienta para lograr tus sueños

Que el mundo se prepare para tu próxima hazaña.


El paso-a-paso es la estrategia más efectiva para que alcances tus objetivos o hagas los cambios que quieres hacer en tu vida. Un proyecto de vida o una gran hazaña sólo se construye paso-a-paso y mucha colaboración.


¿Cuál es el objetivo más importante que has alcanzado por tu propia cuenta?, ¿Qué cambios quieres lograr?, ¿Cuáles son tus propósitos más deseados?

La conquista del monte Everest por el neozelandés Edmund Hillary en 1953; cruzar en avión el Océano Atlántico en 33 horas, por Charles Lindbergh; la conquista de la luna en 1969; ser el primer humano en volar con alas y cruzar el Canal de la Mancha, en el 2003, han sido proezas planeadas y realizadas cuidadosamente paso-a-paso.

El paso-a-paso es la estrategia más probada a lo largo de la historia de la humanidad para alcanzar grandes hazañas o para cumplir cualquier objetivo.


acción, cambiar, hábitos, hechos, metas, objetivos, propósitos, proyecto de vida, proyectos personales

De la carrera no queda sino el cansancio


Vivimos una época de afanes, de innovación, de acelerado lanzamiento de productos y marcas, de autos veloces y de grandes transformaciones, que crean una atmósfera estresante para nuestros planes y proyectos.

Pareciera que todo debe ser alcanzado en corto tiempo y de un salto, pero la realidad es que las grandes realizaciones de la humanidad y cualquier logro personal, tienen el común denominador de ser una sumatoria de pasos y colaboraciones.


Es hora de cambiar


Ahora que nos estamos acercando al fin de año, es natural que identifiquemos situaciones que queremos cambiar o propósitos que deseamos lograr en el año venidero.

En cualquier caso, se trata de alcanzar una situación o un estado futuro que nos parece mejor o que deseamos simplemente.

La estrategia más efectiva para asegurar el logro de tus objetivos o aspiraciones de cambio, es identificar el paso-a-paso que te llevará a tu triunfo.

Cuando hablo del paso-a-paso, NO te estoy invitando a elaborar un plan detallado de actividades y tareas que tengas que hacer durante los próximos meses para alcanzar lo que te propones, al estilo de un cronograma.

El paso-a-paso que te sugiero identificar, es definir una conducta simple y sencilla, o unas pocas, que si la repites durante el tiempo suficiente, te permitirá conquistar tu meta con satisfacción. 

Qué es un verdadero paso-a-paso


Siempre es posible establecer cuáles son los paso-a-paso que te facilitarán tus victorias, si piensas en términos de conductas que puedes repetir con frecuencia.

Veamos algunos ejemplos de conductas que pueden ser repetidas para alcanzar algunos propósitos:

Aprender un idioma: puedes asistir a clases presenciales de acuerdo con un horario o programa, realizar tareas y ejercicios diarios en un curso virtual, asistir regularmente a un club del idioma elegido, compartir periódicamente con otros en un café o un bar destinado a fomentar el uso de ese idioma.

Bajar de peso: limitar el consumo diario de calorías, reducir el tamaño de las porciones y utilizar platos más pequeños en cada comida, hacer ejercicio diariamente.

Dejar el tabaco, alcohol u otras drogas: decir “No” a cada invitación que involucre su consumo, llevar una botella de agua o una bebida sustituta a cada reunión o comida, asistir con regularidad a un grupo de apoyo, acudir a citas de psicoterapia o ayuda profesional.

Acumular una suma de dinero: ahorrar una pequeña cantidad de dinero cada día, cada semana o, máximo, cada mes.

Estar en forma: hacer ejercicio diariamente, correr 30 minutos tres veces a la semana, realizar una rutina de estiramientos y movimientos en la oficina, realizar pausas activas de 5 minutos cada 2 o 3 horas.

Leer un libro muy extenso o varios libros: dedicar 30 minutos a la lectura diaria, llevar el libro siempre consigo para aprovechar cualquier momento, leer mientras vas en el bus, metro o tren.

Conseguir pareja: conectarse periódicamente a redes sociales o portales especializados, frecuentar un café o sitios adecuados, saludar con una sonrisa a cada persona aunque sea desconocida.

Acercarte a la familia: llamar o visitar cada semana a un familiar, sacar algunas horas semanales para colaborar o hacer algún oficio doméstico.

Conseguir empleo: consultar periódicamente portales especializados o avisos clasificados en los periódicos, dedicar dos horas frecuentemente para enviar solicitudes, hoja de vida o currículo a diferentes organizaciones, estar activo diariamente en alguna red profesional, asistir a reuniones, eventos, congresos o cursos de índole profesional.

Cultivar un pasatiempo: destinar tres horas periódicamente para aprenderlo o desarrollarlo, ver videos o explorar portales especializados, visitar tiendas o conversar con especialistas, acudir a exposiciones o museos.

Ponte en camino: ¡Manos a la acción!

Aunque hay personas que tienen éxito mediante la estructuración de planes detallados y cronogramas muy completos, con secuencias de actividades y tareas, tú NO NECESITAS hacer un trabajo muy complejo para lograr lo que quieras.

El secreto está en realizar el paso-a-paso que hayas definido en tu vida real; que no te quedes en la intención, en la declaración ni en la promesa; que el paso-a-paso sea un caminar, es decir, acción cierta y comprobable.

Es pasar de la idea a la acción, porque ninguna hazaña o ningún objetivo se han logrado sin hacer nada. 

Aquí no existe poder mental sin acción que te lleve a alguna parte.

Hoy te invito a iniciar tu paso-a-paso para lograr tus objetivos con una acción concreta que repitas frecuentemente por el tiempo que sea necesario.

Cuatro elementos para un paso-a-paso poderoso


El paso-a-paso es tu llave del éxito, es la esencia de los buenos hábitos que te llevarán a donde tú quieras, por el resto de tu vida.

Por último, quiero decirte que un buen paso-a-paso requiere que tú identifiques sólo cuatro elementos:

1. Para qué: tu objetivo o meta

2. Qué: la conducta que va a ser repetida

3. Cuándo: el día o momento en que la vas a realizar, la frecuencia y por cuánto tiempo

4. Dónde: el lugar apropiado para esa conducta

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Escribe ahora tu objetivo e identifica la conducta que será tu paso-a-paso para alcanzarlo

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lunes, 25 de diciembre de 2017

Tres maneras de intensificar el placer

Cómo obtener deliciosos momentos de gozo o aprendizaje cada día. 


Cualquier situación puede convertirse en una fuente de placer intenso si desarrollas tu capacidad para estar presente. Vive y disfruta tu proyecto de vida lo más que puedas.


¿Cuáles son los momentos que más disfrutas?, ¿Qué haces para obtener mayor placer?, ¿Cómo puedes intensificar el gozo en tu vida?

Hace algún tiempo, un centro comercial rifó un Porsche entre los miles de clientes que habían registrado sus compras de Navidad.

Ese día, estuve presente con mi esposa a la expectativa de quién sería el ganador.

Cuando se hizo la rifa, el gerente anunció que el ganador debería estar presente o, por lo menos, contestar la llamada que se le hiciera, de acuerdo con las reglas del concurso.

Pues bien, una asistente sacó la boleta ganadora y el gerente anunció su nombre; como no estaba dentro del público presente, lo llamaron al teléfono que había indicado. A pesar de que le marcaron tres veces y repicó muchas otras, el ganador nunca contestó.

La rifa se repitió inmediatamente.

¿Te imaginas lo que habrá experimentado el “ganador-que-nunca-lo-fue” de ese Porsche cuando le hayan contado que su boleta fue la “ganadora-que-no-confirmó”?

Tu presencia puede hacer la diferencia


Estar presente significa estar adelante, estar a la vista, estar de manera manifiesta o evidente.


Resulta que como le sucedió al “ganador-que-nunca-lo-fue”, a pesar de que no estemos dormidos, podemos no estar presentes en nuestra vida; dicho de otro modo, permanecemos ausentes porque estamos alejados en cada situación.

Por ejemplo, aunque físicamente estemos en un lugar podemos estar ausentes de muchas maneras:
  • Nos sumergimos en nuestros recuerdos o preocupaciones del momento.
  • Nos distraemos con lo que vemos a lo lejos o con lo que percibimos en el exterior.
  • Nos dejamos llevar por la imaginación o por diferentes pensamientos.
  • Nos desconectamos de la situación porque no coincide con nuestras expectativas.
  • Nos aburrimos y perdemos el hilo de la conversación o de los hechos.
En resumen, aunque físicamente estemos ahí, mentalmente estamos en otra parte, es decir, completamente ausentes.

Tal vez ningún otro animal tiene la dudosa habilidad para estar ausente en una situación dada; lo que sí es seguro, es que el ser humano es el animal con la capacidad más desarrollada para estar presente.

Si tú quieres ser un ganador en la vida, te invito a estar presente, a tener una conciencia atenta en cada situación.

Cinco maneras de estar presente


Hay dos maneras pasivas de estar presente, que representan “lo mínimo” de nuestra presencia:

Presencia física: es estar delante de otros y poder ser identificado o contado.

Presencia virtual: es poder ser contactado por teléfono, por correo, por email o por otro medio.

No obstante, como ya dijimos, puede ser que estemos presentes física o virtualmente pero nos ausentemos de la situación.

Hay tres maneras activas de estar presente, que representan “lo máximo” de nuestra presencia:

Presencia sensorial: es conectarnos con la situación a través de nuestros sentidos (“ver los árboles”).

Presencia intuitiva: es percibir lo sensorial como un todo integrado, como un conjunto; es una presencia pre-reflexiva, en el sentido de que no se basa en la reflexión sino en la percepción (“ver el bosque”).

Presencia intencional: es descubrir los múltiples significados de la situación, vinculando lo percibido con lo que somos, con lo que valoramos, con lo que queremos, con lo que necesitamos, con nuestras intenciones y propósitos; es una presencia reflexiva porque implica un “darse cuenta de que nos damos cuenta” (“ver el paisaje, el santuario, la reserva o el valor del bosque”).


Tres maneras de intensificar tu placer


Si tú estás a campo abierto, de alguna manera ya estás ahí –aunque puedes sustraerte a la situación del momento pensando en tu familia que se quedó, en tu pareja, en la ciudad-; pero supongamos que estás ahí realmente presente: es tu aquí y ahora claramente. Es tu presencia física o virtual.

Ese campo abierto se hace objeto de tu presencia, porque te pones delante de la situación conscientemente y puedes escuchar los cantos de las aves, oler el aroma de la vegetación, ver los matices del azul del cielo o de los verdes del campo, sentir la frescura tibia del ambiente o saborear el dulzor de las fresas. Es tu presencia sensorial.

Puedes intensificar tu placer de estar en el campo, sentándote en el césped abullonado y dejándote invadir por la experiencia de disfrutar un maravilloso atardecer, en ese campo único y privilegiado, con el sol dorado ocultándose en el horizonte y regalándote una fiesta de mil tonos amarillos. Es tu presencia intuitiva.

Aún más, puedes engrandecer tu presencia creando múltiples significados personales de ese campo y esa tarde, tales como “el momento en que descubrí la belleza de lo natural”, “el día que nos declaramos nuestro amor”, “lo que me hizo darme cuenta de la importancia de ese páramo”, “el paisaje que me inspiró”, etc. Es tu presencia intencional.

Vive intensamente tu vida


Para poder vivir intensamente tu vida, mínimo necesitas estar presente física o virtualmente; para disfrutarla realmente, se requiere que avances progresivamente por la escala de tu presencia sensorial, intuitiva, hasta llegar a la presencia intencional.

Tus diferentes formas de presencia son opcionales, pero en la medida de que logres integrar un mayor número de modalidades para estar presente, es más probable que descubras el placer de vivir cada instante.

Mientras mayor sea tu presencia, mayor será tu placer en todas y las más variadas circunstancias de tu vida.

En cambio, cuando una situación es dolorosa, involucra sufrimiento o, simplemente, no te puede brindar algún disfrute, las tres formas de presencia máxima son “obligatorias” para que puedas afrontarla sanamente y puedas aprender de ella. En resumen, debes intensificar tu presencia para que puedas salir fortalecido por la situación amarga.


Te invito a hacer un ejercicio consciente de estar presente en tu situación de este momento: ¿Qué perciben tus cinco sentidos?, ¿Qué te dice la situación en conjunto?, ¿Qué significados puedes darle a la situación?

¡Haz el ejercicio ya!

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sábado, 23 de diciembre de 2017

Haz tuya la magia de la Navidad y el Año Nuevo

Vive cada día como un nacimiento, como un comienzo, como una nueva oportunidad.


La Navidad y el Año Nuevo, son días especiales para plantearnos nuestros mejores propósitos; nuestro deseo de vivir nuestra vida con base en resoluciones e intenciones revela una capacidad maravillosa en nosotros: nuestra conciencia intencional.


¿Qué propósitos te habías hechos para este 2017?, ¿Cuáles propósitos cumpliste?, ¿Qué propósitos debes hacerte ahora?

Rojo, verde, dorado, plateado, blanco…, los colores de la Navidad. 

Villancicos, violines, campanas, marimbas, panderetas, castañuelas…, los sonidos de la Navidad.

Carnes, panes, quesos, vinos, uvas, postres, galletas…, los sabores de la Navidad. 

Tal vez no hay una época tan atractiva, colorida y luminosa como la Navidad.

Con la navidad, nuestras casas se llenan de luces, colores, sonidos y sabores de paz, alegría, reconciliación y familia.


La época más especial del año


En la Navidad el mundo creyente celebra El Nacimiento con un propósito redentor y salvador; los no creyentes, celebran el descanso, el reencuentro con la familia y la transición a un nuevo año.

Para creyentes y no creyentes, la Navidad es una época distinta: hay un trasfondo de alegría y bondad. Hay un acuerdo implícito de vivir bien y de tener las mejores intenciones.

Con la Navidad se junta el fin de año y el comienzo de uno nuevo. Es una semana con un significado único que invita a todos a desearse “¡Felices Fiestas!”.


Época de propósitos


En medio de este ambiente festivo y de esperanza, la Navidad y el Año Nuevo son eventos propicios para plantearnos los mejores propósitos: dar y recibir, ser generosos, acercarnos a la familia, perdonar y hacer las paces con algunos, aprender, estudiar, trabajar, viajar, bajar de peso, ser más joviales, responsables o emprendedores, son algunas de nuestras intenciones.


Muchos de los propósitos que nos hacemos en Navidad o Año Nuevo, puede ser que nunca se lleguen a realizar, por falta de disciplina, dedicación o perseverancia. Pero, estos inconvenientes no son obstáculo para que año tras año, nos propongamos nuestras mejores intenciones en esta época.

Es cierto que las Fiestas podrían haber caído en el olvido o haber pasado de moda si no fueran impulsadas por el comercio, pero la necesidad de vender no tendría una acogida masiva si no fuera porque en el fondo a un fenómeno humano que resuena en cada Navidad y Fin de Año.


Algo muy profundo resuena en nosotros


Lo que sucede muy dentro de nosotros, sin distingo de nuestras creencias, es nuestra conciencia intencional: el hecho de que, por encima de nuestras necesidades vitales o sociales, están nuestras necesidades transcendentes y nuestra capacidad para dar y recibir de manera generosa.

Aunque una parte de nuestros propósitos se refieren a cubrir o solucionar necesidades vitales o sociales como dormir más, comer mejor, hacer ejercicio, cuidar nuestra salud, mejorar nuestras relaciones, ahorrar dinero, tener un mejor trabajo, muchos de nuestros propósitos en estas Fiestas apuntan a resolver necesidades existenciales o espirituales.

Ser mejores, perdonar, reconciliarnos, vivir en paz, ser más responsables, cumplir lo que prometemos, aprender algo nuevo, ser más felices, y muchas otras intenciones abstractas pero valiosas, inundan nuestra conciencia.


En este sentido, la vida, en esta época del año, se vive como una vida que, más allá del fenómeno natural o social, puede ser diseñada, planeada, construida, es decir, que puede ser asumida como un proyecto.

Y es la capacidad de prever, elegir, planear, proyectarse en el tiempo y referirse a valores abstractos, ese fenómeno humano que resuena en nosotros en estas Fiestas.

Vivimos nuestra conciencia intencional 


Es nuestra conciencia intencional pulsando las cuerdas de nuestra vida, más allá de nuestras experiencias sensoriales y de nuestra intuición. 

Los seres humanos estamos dotados de una conciencia intencional que nos indica y recuerda cada día, que podemos ser distintos y mejores, que no seguimos un destino fatal, que podemos ser autores de nuestra vida, que podemos ser autónomos, que somos responsables de nuestra existencia, nuestra dignidad y nuestra felicidad.


De manera, que si tú eres de las personas que se hacen propósitos, hay algo maravilloso en ti funcionando: tu conciencia intencional, es decir, tu capacidad para asumir tu vida con base en tus valores, intereses e intenciones, no como algo simplemente dado o inevitable.

Por eso, deseo que cada día de tu vida haya un espacio para tu conciencia intencional: vive cada día como el día más especial, como un nacimiento, como un comienzo, como una nueva oportunidad para plantearte y conseguir tus propósitos más loables. ¡Vive TU proyecto! todos los días.

¡Felices Fiestas!

¿Cuál es tu propósito más importante?

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jueves, 21 de diciembre de 2017

Desarrolla tu intuición

La conciencia intuitiva te brinda pistas o claves valiosas para vivir mejor.


Los seres humanos podemos ir más allá de las sensaciones que nos brindan nuestros sentidos; podemos desarrollar la intuición para tener mayor conciencia de nuestro cuerpo y del mundo que nos rodea. 


¿Cuáles personas conoces que sean muy intuitivas?, ¿Qué cosas intuyes fácilmente?, ¿Cómo puedes desarrollar tu intuición?

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Vista en Sabidurías.com

Te invito a hacer un experimento: voy a hacerte 3 preguntas y tú escoges la respuesta correcta o inventas una si las opciones no te convencen.

1. ¿Qué es esto?
 

a) Un huevo frito

b) Una margarita

c) Un coral

2. ¿Qué es esto?
 

a) Una cartera

b) Un regalo

c) Un libro

3. ¿Qué es esto? 


a) Una joya primitiva

b) Una máscara

c) Un autoretrato

Antes de seguir con el experimento, debes haber elegido la respuesta correcta o inventar tu propia respuesta a cada una de las tres preguntas anteriores.

¿Ya las tienes? Sigamos, entonces, con el experimento:

4. ¿Qué es esto?
 

a) El sol

b) Una medusa

c) Una flor

5. ¿Qué es esto? 


a) Una colección

b) Un mural

c) Un dibujo infantil

¿Escogiste las dos respuestas correctas a las preguntas 4 y 5? Si no lo has hecho, selecciona tu respuesta o inventa una nueva.

¿Listo?

O ¿Reconociste algo que ya habías visto?

Pasemos a la última pregunta:

6. ¿Qué es esto? 


a) Un paisaje raro

b) Una pintura alocada

c) Una obra de arte

¿Cuál es tu respuesta a esta última pregunta?

¿Supiste desde el principio que todas las imágenes hacían parte de la “Noche estrellada” que fue pintada por Vincent Van Gogh, en Saint-Remy, de día?

Si eres experto en arte impresionista, es posible que las preguntas 1 a 3, te hayan evocado la “Noche estrellada”.

Pero si sólo tienes algún gusto por la pintura y aprecias el arte famoso, es posible que las preguntas 4 y 5, únicamente te hayan llevado a descubrir que los detalles de las primeras 3 preguntas estaban incluidos en las nuevas imágenes y que, de hecho, se trataba de una pintura sin más información.

En cambio, si estás muy alejado del arte o de los impresionistas, es factible que no hayas reconocido la imagen de la pregunta 6 ni su autor.


¿Para qué hicimos este experimento?


Para hablar de la intuición, esa conciencia que todos tenemos pero que no todos hemos desarrollado.

Las imágenes de las preguntas 1 a 3, si las observas de nuevo, son relativamente simples o sencillas; se trata de formas básicas, algo ambiguas, y colores. Tus ojos ven las formas y los colores; tú tienes sensaciones. Es el nivel de la conciencia sensorial.

Las imágenes de las preguntas 4 y 5, son más complejas, porque combinan diferentes formas, texturas y colores. Tú sigues teniendo sensaciones visuales pero tu cerebro, de alguna manera, las organiza y las integra para encontrar un significado. Es el nivel de la conciencia intuitiva, mediada por procesos de percepción.

La imagen 6, muy rica en detalles, con todas las sensaciones y percepciones que te genera, tiene variados significados: una pintura, una gran obra de arte, un ejemplo del arte impresionista, una obra de Vincent Van Gogh cuando estaba internado en un hospital, etc. Lo que signifique para ti, va a depender de la información previa, de los conocimientos y de tus propios intereses. Es el nivel de la conciencia reflexiva.

Pues bien, en un post anterior ya hablé de la maravillosa e importante conciencia sensorial; ahora es el momento de explorar brevemente la intuición, una forma de conciencia más avanzada.

¿Cómo es una persona intuitiva?


Una persona intuitiva, en el lenguaje cotidiano, es aquélla que va más allá de los detalles obvios para la mayoría y es capaz de encontrar información escondida, no evidente, en diferentes situaciones.

Es una persona, que tiene la capacidad de comprender o descubrir las cosas de una, casi instantáneamente, sin necesidad de mucho análisis, tiempo o razonamiento.

Una persona intuitiva, toma decisiones rápidas porque capta información valiosa o detalles importantes a la hora de elegir qué hacer, a dónde ir, con quién estar, etc.

Alguien es intuitivo cuando es capaz de percibir oportunamente riesgos o peligros que pasan inadvertidos para los demás.

Una persona intuitiva es alguien que parece “sabérselas todas” porque es capaz de comprender algo de las más variadas situaciones, aunque no tenga un conocimiento particular de las mismas.

La persona intuitiva fluye con facilidad por su mundo, por las circunstancias de su vida, porque “sabe” cuál es el taxi que debe tomar, cuál es la ruta que debe elegir, qué obstáculos puede encontrar, quién es la persona confiable o creativa, cuál es el amigo verdadero, cuándo hacer un cambio de look, cómo anticiparse a la moda, etc.

¿Qué es la conciencia intuitiva?


La conciencia intuitiva es la capacidad que tenemos para darnos cuenta de cómo estamos y cómo está el mundo en el que vivimos, partiendo de la información sensorial pero yendo un paso más adelante. 

La conciencia intuitiva combina sensación, percepción, conocimiento y expectativa personal.

Sensación: es el resultado de captar estímulos físicos, provenientes del mundo que nos rodea y de nuestro cuerpo, valiéndonos de nuestros órganos de los sentidos. Piensa en las imágenes de las preguntas 1 a 3.

Percepción: es el proceso de organizar tus sensaciones y darles un significado a los detalles aislados. Recuerda las imágenes de las preguntas 4 y 5.

Conocimiento: es el conjunto de los diferentes temas, ideas o contenidos que adquieres, aprendes, almacenas en tu memoria, puedes recordar o recuperar y, finalmente, puedes usar en tu vida. Es lo que te permitió reconocer la “Noche estrellada” de Van Gogh, en la imagen 6.

Expectativa: interés particular o esperanza de realizar o conseguir algo. Si tus expectativas o intereses tienen que ver con el arte visual, es posible que hayas descubierto antes de la sexta pregunta que todas las imágenes tenían que ver con la “Noche estrellada”.

Cuando tú logras ver algo nuevo, un todo (ese insigth), al combinar adecuadamente tus sensaciones, percepciones, conocimientos y expectativas en un momento dado, posiblemente estás usando tu conciencia intuitiva.

Es como hacer un resumen repentino y muy breve, que te muestra algo que otros no han descubierto.

Desarrolla tu intuición


Tú puedes cultivar tu conciencia intuitiva yendo más allá de tu conciencia sensorial, que sólo es un primer modo de darte cuenta del mundo que te rodea y de tu cuerpo. 

Enfócate en unir los puntos, en encontrar relaciones entre las diferentes sensaciones, en descubrir detalles pequeños pero significativos, en ver el bosque y no sólo los árboles, en resumir el todo en un momento dado, en redescubrir tus sensaciones y percepciones con ayuda de tus conocimientos y expectativas.

No creas que ser una persona intuitiva, es algo “de nacimiento”; hay mucho que tú puedes hacer para ser más intuitivo y vivir mejor.

Cuando tomas conciencia de tus sensaciones y te preguntas qué significan, con ayuda de tus conocimientos previos y tus propias expectativas, estás dando el paso más importante para desarrollar tu intuición.

¿Qué harás hoy para ejercitar tu conciencia intuitiva?

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