Cinco comportamientos que parecen amor.
Hay cinco comportamientos que tienen relación con el amor. Ninguno debe confundirse con el verdadero amor, pero cuatro de ellos pueden ser la ruta para construir el amor eterno.
“Amo a la humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular.”
(Zosima dialogando con una “Dama de poca fé”)
¿A quién amas sinceramente?, ¿Cómo amas?, ¿Quién te ama de verdad?
¡Qué paradoja! Mientras más ama a la humanidad menos cariño siente por el prójimo.
Es una frase recordada por el starets Zosima, dicha en broma y con cierta amargura por un médico amigo suyo (en Los hermanos Karamázov, de Fiódor Dostoievski).
Tu dirás si es posible vivir este literario y paradójico amor.
En mi caso, hoy quiero hablarte de algunos comportamientos de origen neuronal que se relacionan con el amor:
Deseo sexual: es una función cerebral orientada a motivar el contacto sexual en machos y hembras; se manifiesta en los animales como cortejo, apareamiento y reproducción.
Romance: es un comportamiento que evolucionó para ayudar a enfocar la atención de machos y hembras, durante el cortejo, en individuos específicos y así economizar tiempo y energía para el apareamiento.
Apego: es una función cerebral destinada a motivar a machos y hembras a mantener la pareja durante el tiempo suficiente para cuidar sus crías, mientras dura su infancia y madura su organismo.
Celos: son una respuesta relacionada con la primitiva urgencia de asegurar la posesión de bienes materiales necesarios para la sobrevivencia.
Sobreprotección: es el alargamiento en el tiempo, del deseo de proteger, cuidar y criar a recién nacidos y los pequeños, aún cuando su organismo ya haya madurado y estén en capacidad de sobrevivir por sí mismos.
Cuatro de estas funciones son instintivas e innatas en muchas especies animales. Las tres primeras contribuyen a construir el amor humano; la cuarta, los celos, resquebraja y destruye el amor.
La quinta, la sobreprotección, es una deformación relativamente moderna y exclusiva de la especie humana. Ningún otro animal sería tan animal como para no dejar crecer y desarrollarse a sus hijos.
En todo caso, el verdadero amor no puede confundirse con ninguno de estos comportamientos.
Personalmente, no conozco una definición de amor más bella que la que dice así:
“El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.
Tú puedes estar en desacuerdo o puedes conocer mejores definiciones. ¡Cuéntanos qué opinas!
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