Pero tus pensamientos y palabras refuerzan tu acción.
Nadie puede obligarte a ser coherente con lo que piensas o dices. Sin embargo, hay un poder eficaz en los pensamientos y las palabras afines con tus acciones.
Esta semana mi hijo me comentó su intención de tener un negocio muy pronto y una situación muy gratificante que vivió.
Hablamos al respecto y estuvimos reflexionando acerca de la alineación entre acciones, palabras y pensamientos.
¿Tus acciones te llevan en la dirección que quieres?, ¿Cuáles son los pensamientos que apoyan tus acciones?, ¿Cuáles sentimientos están potenciando tus acciones?
La coherencia no es una obligación
Tal vez, tú hayas escuchado que alguien se ufana de hacer lo que dice y de decir lo que piensa, como si fuera una norma que todos debiéramos aplicar en nuestra vida.
Se habla de la coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. Podría creerse, incluso, que debes hacer todo lo que dices y piensas.
No estoy de acuerdo con imponer esa coherencia como una fórmula para vivir mejor o para lograr nuestros proyectos.
Hay pensamientos y palabras que no valen la pena
Una gran parte de lo que pensamos es aleatorio, ilógico y fugaz. ¿Te has dado cuenta que a veces piensas algo y lo olvidas antes de que puedas decirlo?
Igualmente, muchos de nuestros pensamientos justifican o interpretan nuestras emociones y sentimientos. ¿Tomarías en serio todo lo que piensas cuando estás triste, con miedo o con ira?
¿Tendrías la obligación de expresar o actuar de acuerdo con pensamientos sombríos o con los que te sientes avergonzado?
Así mismo, muchas veces se dicen cosas bajo el efecto de las emociones, de la presión social o del alcohol. ¿Quisieras que todas tus palabras se convirtieran en obligaciones para ti?
Tú no tienes que actuar como piensas ni como dices.
Tú no tienes que actuar como piensas ni como dices.
Tus acciones son más poderosas si tienes pensamientos y palabras afines
Para hacer realidad tus sueños, deseos o proyectos, sólo tienes que actuar de la manera adecuada; es la ley natural de la causa y el efecto.
Ahora bien, si tus acciones son adecuadas, es muy posible que tengas mejores resultados y logres los efectos deseados, cuando tienes la fuerza de pensamientos y palabras afines.
En los pasos decisivos de tu vida, elige primero las acciones y luego elije los pensamientos y las palabras que estén alineados con lo que deseas.
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Cada día se sorprende uno con la sencillez y sabiduría de los artículos en este blog. Gracias y felicitaciones a los autores.
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