No tienes que soñar en grande

Tu grandeza no depende de tu ambición. 

Lo que te hace grande es poner tu talento al servicio de los demás. Vive TU proyecto, vive tu vocación. 

¿Cuáles son tus sueños?, ¿Cuáles eran tus sueños de antes?, ¿Qué estás haciendo para cumplir tus sueños? 

Por una extraña coincidencia de esta semana, he sabido que dos amigos de mis hijos no tienen grandes ambiciones para su vida laboral. 

La amiga de mi hija mayor, una profesional graduada con honores, quiere ser la propietaria de pequeño café, con una atmósfera muy acogedora, donde también se venda comida saludable. 

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El mejor amigo de mi hijo, aspira a estudiar una carrera “poco comercial” pero muy afín a sus intereses creativos. 

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Ambos saben que su elección, tal vez, no les garantice el nivel de vida con el que han soñado. Sin embargo, están enfocados en lo que verdaderamente quieren hacer. 

No son grandes sueños o, por lo menos, no parecen responder a la dictadura de “¡Sueña en grande!” para la fama, el dinero o el poder... Pero, son soñados por dos chicos verdaderamente grandes. 

Ellos son grandes por su capacidad para seguir su llamado interior, su vocación y su conciencia; por no traicionarse a sí mismos, no engañarse y vivir de acuerdo con lo que quieren. 

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¡Tú tampoco tienes que soñar en grande! Pueden ser grandes, pero lo que te hace grande no son tus sueños. 

Lo que te hace grande es vivir TU proyecto, dar lo mejor de ti mismo, entregarte auténticamente, es decir, poner tu talento y tu riqueza humana al servicio de los demás. 

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Por ejemplo, imagina que un cliente de ese café, por la calidad de la bebida, el ambiente del lugar o la sonrisa de su anfitriona, decida que ese ya no será el último café de su vida. 

O, supón que el joven realice un diseño para un centro educativo y, a través de él, despierte la inspiración y las ganas de ser mejor en otro chico, alejándolo de las drogas y la delincuencia. 

Dos vidas se habrán salvado gracias a pequeños actos realizados por dos grandes jóvenes, que tienen la valentía de seguir su vocación y, por ello, se hacen capaces de transformar vidas. Con cualquier sueño sencillo, alguien puede crecer y transformar vidas ajenas. 

Un acto simple, cuando es realizado con amor, puede ser tremendamente valioso y significativo. 

¡No tienes que soñar en grande!..., salvo que quieras hacerlo.

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