Tus pensamientos, sentimientos y actos puede ser anticuados.
Discernir valores y nuevos significados en nuestro proyecto de vida. La cultura puede imponer maneras de pensar, sentir y actuar, que no son adecuadas para las circunstancias que vivimos.
¿Qué tradiciones hay en tu familia?, ¿Cuáles manifestaciones culturales son importantes para ti?, ¿Cuáles son tus verdaderos valores?
¿Quién no hizo esta tarea? “Poner una semilla de fríjol en una capa de algodón, sobre un frasco con agua casi hasta el borde; mantener el nivel del agua por varios días; dibujar en el cuaderno lo que ocurre con la semilla”.
En cierta manera, aprendimos a cultivar nuestras propias plantas de fríjol, alverja o cualquier otra legumbre, comprendiendo el proceso de la germinación.
La capacidad para cultivar y producir alimentos, ha tenido una importancia inmensa en el desarrollo de la humanidad.
Pero más allá de la agricultura, los seres humanos también hemos cultivado muchas características o quehaceres importantes para la vida: conocimientos, ideas, artes, literatura, artefactos, creencias, normas, tradiciones, costumbres, hábitos y habilidades.
Todo eso que conocemos como Cultura, es una manifestación valiosa de lo que ha ayudado a los diferentes grupos humanos en su integración y desarrollo, a través de la historia.
Por su valor, la cultura se transmite de generación en generación, como si fuera “el [único] modo en que nosotros pensamos, sentimos o hacemos las cosas”.
Sin embargo, sabemos que las manifestaciones culturales son distintas, según la ubicación geográfica o social del grupo, y que cambian con el tiempo. La cultura es dinámica y relativa a las circunstancias.
Por ello, aunque todos los productos culturales tienen un enorme significado para conocer a un grupo social o pueblo, es necesario tener en cuenta que los conocimientos y técnicas subyacentes pueden estar obsoletos.
Somos un producto cultural, en la medida de que pensamos, sentimos y actuamos de manera muy similar a nuestros pares, porque lo hemos aprendido a través de la convivencia y la educación.
Esto implica, que nuestros pensamientos, sentimientos y actos, también pueden ser obsoletos o inadecuados para las actuales circunstancias.
Por ello, cada uno de nosotros tiene que ser capaz de discernir los valores que ha recibido a través de la cultura y darle nuevos significados en el contexto actual, de acuerdo con nuestro personal proyecto de vida.
Define tus propios valores y dales un nuevo significado en tu vida
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