La importancia de la relación positiva para nuestro bienestar.
¿Con quienes tienes una relación sólida?, ¿Qué cuidas y valoras en la relación con los demás?, ¿Cuáles relaciones puedes mejorar?
Como seres sociales que somos, necesitamos experimentar relaciones positivas con los demás, es decir, sentirnos conectados con quienes nos aceptan, nos agradan, nos hacen bien o nos brindan afecto.
Cuando tenemos relaciones positivas con los demás, nuestra salud y bienestar psicológico resultan fortalecidos.
Sin embargo, a menudo nos involucramos en conflictos con los demás o nos distanciamos de nuestros familiares, colegas o amigos, incluso por simples nimiedades.
Las soluciones, posiciones y objetivos contradictorios, con frecuencia, no son tema de reflexión y diálogo entre las personas involucradas sino un pretexto para descalificarlas y señalarlas como fuente de nuestras desgracias.
Si fuéramos capaces de distinguir entre el problema y la persona, podríamos aplicar esa valiosa estrategia de negociación guiada por la consigna de “Duro con el problema y suave con la persona”.
Desafortunadamente en nuestras relaciones muchas veces predomina el “Duro con la persona y suave con el problema”, con la consecuencia de que nuestra necesidad esencial y universal de relación, resulta frustrada e insatisfecha y degradamos nuestra existencia.
Como padres y educadores, pero también como buenos amigos, vecinos o colegas, necesitamos cuidar la calidad de nuestra relación con nuestros hijos, estudiantes o compañeros de vida, de manera que tales relaciones nos nutran psicológicamente.
Las relaciones más positivas, en el sentido de necesidad psicológica satisfecha, son aquellas que:
Satisfacen nuestra autonomía y competencia
Promueven la autonomía y el desarrollo de competencias en las personas, lo que en términos legales suele llamarse “el libre desarrollo de la personalidad”.
Se sabe que una relación positiva entre padres y adolescentes, incorpora una creciente autonomía de los hijos (Ryan & Lynch, 1989; Ryan et al., 1994). Es la paradoja de un “nosotros” fuerte con un “ellos” decidiendo su propio caminar.
Generan motivación
Estimulan la adopción de creencias, sentimientos y acciones que impulsan a las personas a disfrutar más lo que hacen y hacer lo que más disfrutan.
Las personas tendemos a internalizar las opiniones, los significados, actitudes, costumbres y retos de otras personas que nos resultan significativas -padres, maestros, amigos, “influencers”- para satisfacer nuestra necesidad psicológica básica de relación.
Cuando internalizamos ese material brindado por las personas que nos importan, experimentamos la satisfacción de nuestra necesidad de relación y, también de nuestras necesidades de autonomía y competencia.
De manera que si queremos distinguir una relación nociva de una relación positiva, más que apuntar hacia las personas (difícilmente puede afirmarse que haya “personas tóxicas”), debemos enfocarnos en lo que intercambiamos en tales relaciones: aceptación y reconocimiento mutuo, ojalá, para vivir momentos felices.
De ello dependerá que cada una de nuestras relaciones sea un "simple capricho" o algo muy positivo para nuestra vida.
Comparte esta publicación, haz un comentario y sigue este blog
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tus comentarios son muy valiosos. Gracias.