sábado, 6 de julio de 2019

¿Simple desmotivación o señal de alerta?

Desmotivación normal o síntomas preocupantes. 


Para gustos, los colores… Todos tenemos nuestras preferencias y no todos tenemos los mismos gustos. Las cosas que motivan a algunos, puede ser que no motiven a otros. 


¿Cuáles son las actividades que más te motivan?, ¿Qué situaciones te desmotivan?, ¿Quisieras sentirte motivado hacia algo pero no puedes? 

La desmotivación es la ausencia de motivación, es decir, la falta de disposición para hacer algo, para persistir en ello o para dedicarse con energía a lograrlo. Se puede observar como no actuar o hacerlo sin entusiasmo. 

Por ejemplo, podemos sentirnos desmotivados para nadar; esto quiere decir que, posiblemente, no tendremos interés en nadar, en convertirlo en un hábito o en esforzarnos al hacerlo. 


Aunque nadar sea muy saludable y reconfortante para muchos, no significa que todos nos tengamos que sentir motivados hacia esta práctica. Desde este punto de vista, la desmotivación es una actitud legítima hacia una actividad determinada y no representa ningún problema en particular. 

Dicho de otro modo, todos tenemos derecho a estar desmotivados frente a una actividad, aunque otros se sientan motivados hacia ella. 

Podemos estar desmotivados porque: 
  • No le otorgamos valor a una actividad o no nos hemos dado cuenta del valor que podría tener para nosotros (Ryan, 1995) 
  • No nos sentimos competentes para realizar la actividad (Bandura, 1975) y, tal vez, no estamos interesados en esforzarnos para lograr el nivel requerido 
  • No creemos o esperamos que la actividad produzca un resultado que deseamos (Selligman, 1975) 

La desmotivación, entonces, también tiene relación con nuestros pensamientos y juicios acerca de nosotros mismos o de las actividades que podríamos hacer o no. 

Nuevamente, podemos estar desmotivados frente a algunas actividades en particular. 

¿Cuándo debería preocuparnos la desmotivación? 


Básicamente, cuando no experimentamos motivación, en contra de nuestro propio deseo, frente a algunas actividades que usualmente nos motivan, y, principalmente, cuando la desmotivación se manifiesta masivamente, es decir, cuando se reduce de manera importante nuestro interés por actividades que son importantes para nuestra vida. 


Veamos un ejemplo: si habitualmente nos motiva la lectura y, de pronto, nos sentimos desmotivados sin explicación alguna y con la sensación de que “algo nos pasa”, podría ser una señal de alerta. 

Otro ejemplo: si nos sentimos desmotivados frente a muchas cosas necesarias en nuestra vida, tales como asearnos, comer, movernos, estudiar, trabajar, cuidarnos, etc., podría ser una importante señal de alerta. 

También, deberíamos preocuparnos cuando nuestra desmotivación se combina con otras conductas, como si estuviéramos frente a un nocivo coctel para nuestra existencia. Tales conductas pueden ser: 
  • Una sensación generalizada de cansancio, de agotamiento, de falta de fuerzas, como si hubiéramos hecho un esfuerzo muy grande o durante mucho tiempo. 
  • Una falta de satisfacción generalizada o incapacidad para sentir placer con muchas actividades que antes podíamos hacer tranquilamente o con gusto. 
  • Una falta de interés o de voluntad, es decir, desgano o apatía, para actuar o tomar decisiones importantes para nuestra vida o para las personas que amamos. 

Si estos tres “ingredientes” se mezclan con nuestra desmotivación, durante un tiempo suficiente, de manera que empezamos a sentir los estragos, es conveniente que busquemos ayuda profesional y que nos apoyemos en personas que nos aman y quieran ayudarnos. 


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