sábado, 13 de julio de 2019

¿Cómo podemos motivarnos?

Que nuestra motivación no dependa de premios ni castigos. 


Te sientes desanimado, estresado, triste, abrumado o deprimido y alguien te dice que debes ayudarte, que debes motivarte a ti mismo… ¿Qué puedes hacer? 


¿Qué disfrutas hacer?, ¿Qué tanto tiempo le dedicas a lo que te gusta hacer?, ¿Qué haces para animarte? 

La motivación es una función de los organismos que consiste en estar dispuesto a actuar con dirección, esfuerzo y persistencia respecto de una tarea u objetivo. 

En este sentido, la automotivación es la motivación generada por sí mismo, es decir, la motivación querida y gestionada, en nuestro caso, por la persona.


La automotivación hace parte de las competencias de autogestión emocional (Bisquerra, 2007): autoestima, autoeficiencia, responsabilidad, actitud positiva, análisis crítico de normas sociales, resiliencia y, obviamente, automotivación. 

Sin embargo, una cosa es decir que existe la automotivación y otra, muy diferente, es desarrollar nuestra capacidad para automotivarnos, especialmente en los momentos difíciles. 


La Teoría de la Autodeterminación (Ryan y Deci, 2000) ha encontrado que hay diversas modalidades, tal vez grados, de “estar motivado”; la motivación intrínseca es el modo más auténtico de motivación porque disfrutamos las actividades que hacemos, sin necesidad de premios ni castigos. 


Sí es posible automotivarnos y para ello, debemos orientarnos a “hacer lo que amamos”
  1. Identificar actividades que disfrutemos realizar. 
  2. Probar tales actividades, con la guía de un experto, para experimentar la satisfacción intrínseca que nos proporcionan. 
  3. Cultivar nuestra autonomía en la realización y disfrute de las actividades elegidas. 
  4. Desarrollar nuestras competencias para realizar las actividades satisfactorias. 
  5. Establecer relaciones positivas con otras personas que disfrutan las mismas actividades. 
  6. Tener un estilo de vida sano que sea adecuado al conjunto de tareas y actividades que realizamos.

También podemos automotivarnos con el solo hecho de tomar conciencia de la satisfacción que pueden brindarnos muchas de las actividades que “tenemos” que hacer:“amar lo que hacemos”


Como todo proceso de crecimiento personal, todo depende de que seamos capaces de dar el primer paso, bien porque nos atrevemos a: 
  • Renunciar a las “ganancias secundarias” de estar desanimados, tristes o deprimidos. 
  • Salir de nuestra “zona de confort” en la que podamos haber caído. 
  • Expandir nuestra identidad, conciencia y personalidad. 

Por algo, la sabiduría popular ha acuñado el refrán de “Ayúdate que yo te ayudaré”

Comparte esta publicación, haz un comentario y sigue este blog

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tus comentarios son muy valiosos. Gracias.