¿Cómo optimizar tus aprendizajes y tu desempeño?
Una atleta olímpica se concentra en el salto que hará unos segundos después. En este breve lapso de tiempo imagina su posición de arranque, su carrera y su salto, regula su respiración, siente la fuerza en sus piernas y el impulso en cada pisada; escucha en su mente las instrucciones de su entrenadora y se ve a sí misma realizando la secuencia de posiciones técnicas en las que consiste su salto y que ha repetido una y otra vez.
¿Qué haces cuando enfrentas un desafío?, ¿Cómo te preparas para las actividades críticas?, ¡cómo aprovechas tu imaginación en los retos?
Esos segundos de concentración y lo que sigue, determinan el éxito de su salto; sabe que este momento previo de verse saltando con toda la técnica es esencial para su buen desempeño.
La visualización es una técnica que optimiza los aprendizajes previos, facilitando el desempeño de las actividades motrices, porque enfoca los sentidos y el pensamiento en la acción necesaria.
Igualmente, la visualización puede integrar, en algunos casos, las condiciones biológicas, los aspectos psicológicos y el entorno social inmediato, de quien actúa. En el ejemplo de la atleta, esta integración se refiere a visualizar con los ojos de su imaginación, todo su cuerpo, su estado de salud, su autocontrol, sus conocimientos, sus emociones, sus movimientos y los aplausos del público presente.
La visión integrada de todos los aspectos involucrados en un buen desempeño, se enfoca en las capacidades y habilidades presentes, pero también hace uso de la anticipación, gracias a las propiedades predictoras del funcionamiento cerebral.
Sucede en el atletismo y todos los deportes; también puede suceder en tus proyectos personales y tu proyecto de vida.
Si quieres sacarle provecho a la visualización (la técnica) y a la visión (el producto de aplicar la técnica), para mejorar tu desempeño y superar los retos inmediatos, te sugiero tener en cuenta estas consideraciones:
1. Parte de tus aprendizajes previos.
2. Enfoca el presente.
3. “Escucha” lo que tu cuerpo te dice.
4. Controla tus emociones.
5. Visualiza la secuencia de tus acciones.
Por ejemplo, si tu reto inmediato es presentar una entrevista de trabajo o de ingreso a la universidad, (1) identifica una o dos cosas que tú ya conoces o sabes hacer y que son importantes para tu aspiración, (2) repasa tus fortalezas actuales, (3) imagina los gestos y la postura que debes adoptar, (4) así como la tranquilidad, seguridad y empatía que te debe acompañar; por último, (5) visualízate, caminando con aplomo, saludando al entrevistador, escuchando sus instrucciones, sentándote con calma, mirando a la cara, sonriendo amablemente y hablando con serenidad.
Una visión integrada puede ayudarte en muchas esferas de tu desempeño y de tu actividad social; personalmente, creo que este es el valor de la visión aplicada a las tareas del presente.
La visión a largo plazo, como un componente de la estrategia organizacional es otra cosa; con frecuencia se expresa de manera abstracta, impersonal y retórica. Una visión así, es de dudosa efectividad, máxime en un contexto dinámico y de cambios acelerados.
Si quieres que tu visión de futuro sea útil, asegúrate de que cada una de las personas involucradas la experimenten vívidamente.
Si quieres que tu visión de futuro sea útil, asegúrate de que cada una de las personas involucradas la experimenten vívidamente.
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